Sexo gay de caravaning. - Relatos Eróticos

Sexo gay de caravaning.

... saber...Aunque, como siempre, pudo más mi espíritu aventurero y el morbo para acercarme lentamente y tocar el pomo de la puerta. Entorné hasta poder ver el interior, pero la pared angosta de enfrente poco dejaba ver, sólo una silla apoyada en el suelo y la madera color miel que recubría la lujosa auto caravana.Así que, avanzando muy lentamente dije...-¿Hola?A lo cual una voz contundente con un fuerte acento alemán dijo, -pase, amigo-Pues...subí los dos peldaños empinados de metal que separaban la estancia del suelo y me adentré en la cómoda aunque angosta casita de Klaus y Horn.Porque me topé nada más mirar a la derecha con dos enormes alemanes, desnudos, obesos y morbosos.Estaban sentados en dos butacas cómodas, amplias para dar cabida a toda esa grasa braswurt acumulada durante bastantes años.Uno de ellos tenía un gran mostacho que le cruzaba la cara, de pelo canoso y ese era todo el pelo que poseía en todo el cuerpo, pues su enorme cabeza estaba afeitada al 0 y su cuerpo depilado como una delicada señorita de la realeza europea...El otro no tenía pelo en absoluto, pero por contra su volumen era aún más abultado que el primero, debía pesar casi 200 kg, sus enormes brazos descansaban encima de sus piernas de cachalote humano...y un detalle...las uñas de sus diminutos pies si lo comparamos con el volumen de sus grasas, estaban pintadas de un rojo chillón que casi brillaba bajo la tenue luz de 12 voltios de la estancia. por ese detalle comprendí que en esa pareja, el era ...

... "ella"...Después de observar todo eso, cosa que sólo me llevó unos segundos, seguro que bastante menos que leer todo el pestiño anterior mis lectores, me presenté de la forma más educada posible.Me hicieron tomar asiento en la silla que se veía anteriormente desde la puerta y me dijeron:-Siéntate pero antes desnúdate si gustas aquí, porque somos naturistas y seguro te gustará nuestra compañía.Después de darnos nuestros nombres comencé lentamente a quitarme las capas de la cebolla de abrigo que llevaba encima, bajo la mirada atenta aunque impasible y la verdad algo inquietante de la pareja de cachalotes, hasta quedarme con mi boxer rosa brillante nada más, que cubría mi culo y mis genitales...La verdad que allí la temperatura era muy acogedora e invitaba a ir desnudo. Por último me quité el boxer.Nada más dejar la prenda encima de una improvisada mini estantería que recorría los costados de la estancia, conteniendo muchos pequeños objetos de uso diario, el alemán del mostacho se levanto del sillón haciendo un estruendo, como caracteriza a su volumen, abalanzándose contra mi y agachándose entonces a tocar y mirar con ansia mi pene diminuto, aunque no tanto como el de ellos, que era casi inexistente, escondido entre los pliegues de sus barrigas.Se dispuso a chupármela con ganas y aunque no me gusta poco o nada que me la chupen, pues ese es mi "trabajo", estaba invitado así que tenía que ser amable, a la vez que no me disgustaba el gran mostacho del alemanote haciéndome cosquillas en ...