Laura: Trabajo a domicilio
Fecha: 07/05/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: Little Sex Warr, Fuente: CuentoRelatos
... no terminaba, durante minutos no cambio de posición, recargándose en mi espalda y con ambas manos, me quito la blusa y el sostén, para después magrear mis bubis, dentro de mí crecía un volcán que por primera vez, iba a hacer erupción, jamás había sentido nada parecido, pensé que la vida se me iba entre las piernas. Y así fue, disfrute aquel orgasmo, primero en mi vida, como una puta consumada. Por fin supe, por qué a las mujeres les encantaba el sexo, siempre me había sentido abusada por los hombres, hoy era todo lo contrario, me sentía consentida y atendida por este caballero.
Después de tranquilizarme de ese primer orgasmo, don Gustavo saco aquel estoque de mi cuerpo y me recostó boca arriba sobre el colchón, termino de sacarme toda la ropa, y tomando con sus brazos mis piernas, doblo mis rodillas hasta la altura de mi pecho, abriendo totalmente mi coño, mientras su tumefacta, larga y gruesa verga, se volvía a insertar dentro de mí. Mientras me cogía, sus labios y su boca, se dedicaron a mamar y morder mis bubíes y mis pezones, que, para ese momento, se encontraban hinchados y bien paraditos, y de vez en vez me decía cosas como, “Vaya Laurita, eres una putita bien hecha, se nota que te encanta esto”, “Muévete puta, goza de mi verga”.
Me sorprendió la forma en que me hablo, pero la verdad me gusto sentirme tratada de esa forma, tal vez el señor Gustavo, tenía razón, y yo era en realidad una puta reprimida que por fin se liberaba.
Después de otro rato, volvió a ...
... sacar aquello de mi chocho, me impresiono, que después de tanto tiempo, su verga se mantenía totalmente erecta y brillosa por mis jugos. Me ayudo a levantarme, mientras era el quien se acostaba boca arriba, sin pensarlo, me puse encima de él, con mis manos acomode aquel tremendo falo en la entrada de mi panocha y de un solo golpe, tomándome de mis caderas me inserto nuevamente. “Vaya con la zorrita, muévete sobre mi verga, cabálgame hasta que me venga dentro de ti”, entre más duro me hablaba, más disfrutaba como me cogía, no podía dejar de moverme, mis caderas y mis nalgas actuaban como como verdaderas expertas, después de otro buen rato, nuevamente sentí que me iba a vaciar, entonces con mayor velocidad y euforia me moví para llegar a otro orgasmo, “Vaya con la gran PUTA, desde hoy solo soñaras con mi verga clavada entre sus piernas”, “No te detengas zorra, que estoy a punto de llenarte toda con mi leche”, Las manos del señor Gustavo, estrujaban mis senos dándome a entender su inminente orgasmo, “No te detengas PUTA, estoy a punto de venirme, muévete, muévete”.
Yo sentía que aquel pedazo de carne estaba hasta el fondo de mi cuquita, sabía que si se vaciaba dentro de mí, seguro me dejaría embarazada, pero no había forma de detenerme, deseaba con toda el alma que me llenara de su leche, y cuando me tomo de la cadera para insertarme hasta el fondo, empecé a sentir la tibieza de su leche y los potentes chisguetes de su venida, uno tras otro, y otro y otro, hasta vaciarse por ...