Fue un excelente viaje en bus
Fecha: 05/05/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: viajera, Fuente: CuentoRelatos
Por mi profesión debo estar en constante viaje, la mayoría son por carretera, y nocturnos.
Siempre me voy con vestido y ropa interior muy cómoda, una pequeña cobija para arroparme cuando apaguen las luces del bus y empezar a darme ligeras masturbadas, jugar con mi clítoris, o jugar con mi senos. Aunque a veces las pajas no son tan ligeras, y confieso que se me han escapado algunos gemiditos que luego sé disimular.
Soy de piel muy blanca, un pompis bien proporcionado y de senos pequeños, delgada y bajita. Soy hetero, pero también algo bicuriosa, nunca lo había hecho con una mujer, hasta ese momento.
Esta vez me tocaba un viaje de unas 10 horas, se empezaron a montar todos los pasajeros, yo fui la primera en abordar, y en los asientos al otro lado del pasillo se sentaron un par de señores algo jóvenes, muy simpáticos, y nos pusimos a medio conversar, a mi lado no se sentaba nadie, ya la última pasajera subió al bus, era mi compañera de asiento, no pude evitar verle los senos, llevaba puesto un vestido de color claro, y como sus tetas eran bastante grandes, se podía notar la falta de brasier, con el aire acondicionado del bus sus pezones se marcaban por encima de la ropa, era delgada y su cola era muy poquita, tenía un rostro hermoso, de piel casi tan blanca como la mía.
Ambos señores también la vieron incluso uno de ellos hizo a levantarse a arreglar su maletín en la parte de arriba, pero me di cuenta por su sonrisa que solo era para arrecostarle un momento. Antes ...
... de que se sentara, a ella no le molestó para nada, de hecho se movió un poco para atrás, eso me calentó mucho. Casi inmediatamente tuve que sacar la cobija, la chica se sienta y también saca su cobija, en estos viajes, es normal que las personas lleven este tipo de cosas para cubrirse del frío.
Por fin el bus arranca y apaga las luces, nuestros asientos eran los últimos y dos filas delante de nosotros estaban vacías, pero como ya me había acomodado preferí quedarme, ya incluso muy disimuladamente me había quitado la tanguita, y me había desabrochado el brasier, apenas se veía dentro del bus, porque las cortinas iban cerradas, pero pude notar que mi linda compañera había hecho lo mismo que yo, y había puesto su tanga en mi asiento, la agarro, y le pregunto: "¿Disculpa linda, esto es tuyo?". A lo que ella me respondió algo ruborizada: "si, disculpa, no pensé que hubiera puesto eso en tu lado". Me sonreí y como tenía la mía en la otra mano, se la mostré y le dije: "no eres la única, tranquila", ambas nos reímos y empezamos a conversar, y a relajarnos, se notaban los movimientos por encima de nuestras cobijas, la suya era más grande y me fue arropando poco a poco, tomó mi mano y la puso sobre su vagina, la empecé a dedear poquito a poco, seguíamos conversando, pero algo más acaloradas.
Los señores que estaban allí se estaban dando cuenta de todo, y nos miraban de forma muy morbosa y cochina, eso me prendía más. Y a Lucía (la chica) también, no decían nada, pero nos miraban ...