Mi mamá olvida su viudez en una noche
Fecha: 04/05/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: franz, Fuente: RelatosEróticos
... empecé a hacerme una paja acabando rápido. Después no pude evitar sentirme mal por lo que había visto y por hacerme una paja pensando en ello, tal vez lo mejor hubiera sido haberle dicho a mi mamá pero no tenía el valor suficiente.
Todo lo anterior fue lo que derivó en que naciera el rencor que le tuve durante estos años y hasta tal vez fue lo que me ayudó a no sufrir tanto por su perdida, aunque como mencione, sí me dolió.
Pasaron varios días del accidente en el que la gente de la policía investigó lo sucedido en el accidente, la gente de la funeraria organizara todo para el funeral, como correspondía, hasta que llegó el día del funeral. Para ese día llegaron muchos familiares que vivían en lugares lejanos y los diferentes amigos de mi papá, muchos de ellos me caían bastante mal por razones ya mencionadas.
El funeral se realizó en horas de la tarde, como es natural muchas lágrimas. Ese día estuve junto a mi mamá casi todo el tiempo, ella se puso en vestido negro ajustado que le llegaba hasta un par de centímetros arriba de la rodilla, con cuello en V y mangas cortas, también unos tacones que la hacían ver mucho más esbelta, estaba muy guapa.
Al finalizar me acerqué a saludar a un tío y unos primos. Varias personas se acercaron a mi madre para darle el pésame, una de esas personas era Jairo, uno de los amigos de mi papá, que le dio un muy largo abrazo mientras ponía su mano en la parte baja de la espalda y amagaba a tocarle el culo, vale destacar que era un tipo ...
... casado.
Acabando el eterno abrazo, la agarró de la mano y se acercaron a mí, él me dio el pésame con un abrazo muchísimo más breve. Se ofreció a llevarnos a casa, a lo que sin rechistar aceptamos. Ella se hizo en el asiento del copiloto y yo atrás, durante el trayecto hablaron de varias anécdotas y recuerdos de mi papá. Al llegar a casa, mi mamá invitó a Jairo a pasar a tomarse algo, él no se hizo de rogar y aceptó.
Jairo se acomodaba en el sofá mientras yo les avisaba que me iba a mi habitación a descansar, mi mamá me rogo para los acompañara un rato, por lo que terminé aceptando. Ella se fue a la cocina mientras que Jairo y yo quedamos en la sala, él me empezó a preguntar sobre mis estudios y un par de cosas sobre mi vida, yo le respondía amistosamente. Pronto llegó mi mamá, con una botella de whisky y tres vasos.
-Pensé que prepararías un café o un jugo-le dije yo.
-Ya estás muy grandesito, un trago no te hará daño-respondió ella, y tenía razón, un trago no me haría daño, desde hacía un año había empezado a tomar, aunque todavía no me había acostumbrado al whisky.
Ella se sentó al otro extremo del sofá donde estaba Jairo, quedando completamente frente a mí, de modo que al cruzar sus piernas podía ver perfectamente su hermoso muslo, aunque trataba de mirar hacia otro lado, no podía dejar de ver de vez en cuando, algo que generaba cierto morbo en mí y me estaba provocando una erección, por lo que también tuve que cruzar las piernas y poner mi mano con el vaso ...