El fotografo
Fecha: 03/05/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... la situación, que nos provocaba morbo y extrañeza a partes iguales.
Tu llevabas un bonito vestido negro, elegante, pero no demasiado llamativo. Con un pronunciado escote que mostraba el inicio de tus bonitos pechos. Tu marido vestía muy similar a nuestra cita anterior, un vaquero y una camisa blanca.
Nos tomamos una copa, yo pedí un mojito, y vosotros sendos gin tonics, estuvimos tomándonoslos con calma, y charlando, para eliminar la tensión que había, aunque en principio el más tenso parecía yo.
Cuando nos encontramos de nuevo a gusto pagamos la consumición, y nos dirigimos al hotel. Cogimos una habitación por cuatro horas y nos preparamos para pasar una hermosa y salvaje noche de sexo, vosotros como protagonistas y yo fotografiando todo.
La habitación estaba muy bien. Era muy grande, con una cama extragrande, en la que cabían cuatro personas cómodamente, y aunque la iluminación era un tanto tenue, en principio, encendiendo todas las lamparas, y con el flash y demás equipo, no debía haber problemas para hacer las fotos.
Yo preparé mi cámara, mientras tu marido y tu pedíais una copa al servicio de habitaciones.
Volvimos a pedir lo mismo del pub, dos gin tonics para vosotros y un mojito para mí. Tu ibas muy caliente, y no tardaste en abrazar a tu marido, os enlazasteis en un apasionado y largo beso, en el que vuestras lenguas se fundían dentro de vuestras bocas, mientras con vuestras manos recorríais la espalda del otro. Tu marido bajaba la mano, hasta ...
... apretar tu duro culo, cuya bonita silueta se mostraba en la forma que tomaba tu vestido. Con la mano, tu marido, apretaba tu culo, y lo magreaba, mientras tu te apretabas contra él restregando tu cuerpo con pasión.
Yo comencé a sacar fotografías, me movía alrededor vuestro, disparando con mi cámara, tomando primeros planos de vuestras bocas besándose, o de la mano de tu marido en tu culo.
Llamaron a la puerta con las bebidas, y os hice una seña de que siguierais, que ya iba yo. Abrí y recogí la bandeja. La dejé sobre la mesa de la habitación. Tu ya le habías quitado la camisa a tu marido, y besabas su pecho.
Parasteis un momento, os pasé las bebidas y brindamos los tres. Disteis un sorbo y volvisteis a dejar la copa. Rápidamente volvisteis a lo vuestro. Tu marido te quitó el vestido, dejando a la vista un precioso conjunto de ropa interior blanca, con encajes, y trasparencias, que hacía que la imaginación se desatara. Te sentó en la cama, y tu pasaste tus manos abrazándole, y agarrando su culo. Le apretaste contra ti, y besaste el bulto de su polla, que resaltaba en el pantalón. Yo seguía moviéndome alrededor vuestro, disparando la cámara, tomando instantáneas de todo lo que hacíais. Cuando hacía un primer plano de ti besando el bulto del pantalón me miraste y guiñaste un ojo, traviesa, mientras sonreías.
Desabrochaste el pantalón de tu marido, e inmediatamente su polla saltó, ya que no llevaba ropa interior. Estaba dura, enorme por la excitación. Exactamente igual que ...