LA SIRVIENTA DE MIS VECINOS 2 - Relatos Eróticos

LA SIRVIENTA DE MIS VECINOS 2

Desde que empecé con la aventura con esta chica no he tenido más que satisfacciones, le ayudo en lo que pueda y no me exige, es discreta y disfrutamos a lo grande de nuestra relación. Ya para entrar al fin de semana pasado la ví en la puerta de la casa donde trabaja (casi frente a la mia y a mi negocio) no necesitamos de llamadas, ni mensajes ni nada comprometedor, nuestra comunicación es visual, ese día salí a despedir a unos clientes y la mire parada en la puerta de la casa donde trabaja, como dije bastó un cruce de miradas para indicarme que algo quería. Unos minutos más tarde enfile hacía el centro y ahí nos encontramos, me dijo rapidamente para nolevantar sospechas que necesitaba estar a mi lado para darme una sorpresa, quedamos en un día y ese fue el lunes pasado La recogí en un acalle a la salida del pueblo y me dirigí a un motel más alejado, es más caro pero vale la pena, es mucho más cómodp, limpio y sobre todo discreto. Al entrar me dijo esperame aca, voy a darme una ducha. Quise acompañarla como generalmente lo hago cuando nos vemos pero se negó. me recosté en la cama a ver la tv, estaba solo en boxer y como tardo un poco dormité, al salir me hablo y me sorprendió verla con una tanga diminuta que penas y cubría su rajita, los vellos recortados más no afeitados, un top igual diminuto del mismo color y estilo que la tanga y una bata transparente, el pelo suelto pero mojado y las gotas escirriendo sobre su cuerpo. yo al verla me levanté y mi miembro también, pero ...

... ella se avalanzó rápido sobre mi impidiendolo. abrió sus piernas para montarse sobre mi mientras su boca me besaba de manera cachonda, sus manos buscaron mi pene y lo sacó del boxer, después se enroscaron sus brazos en mi cuello y continuo besandome. para ese instante yoi estaba calientísimo, totalmente excitado y con ganas de cogerla furiosamente, más ella no me permitía hacerlo al estar montada sobre mi, y no es que no pudiera yo hacerlo, sino que lo que no quería era quitarle la iniciativa, poco a poco fue besando mi cuello, mis hombros, entreteniendose en mis tetillas hasta bajar a mi miembro, ahí lo tomó con sus labios y empezó a chupar y succionar haciendome retorcer de gusto y placer, se fue acomodando para montarse en mi cara, ofreciendome su rajita completamente mojada, no me hice del rogar y le metí la lengua en lo profundo de ella, le chupaba su botoncito palpitante y se vino en mi cara y boca varias veces. Entonces la tome por entre sus piernas y me dí la vuelta, quedando bajo de mi, empecé a meter y sacarle mi pene por la boca, me la estaba cogiendo por la boca pues no le daba tiempo ni de respirar ni de parar, me pellizco las nalgas con fuerza queriendo que parara mis embestidas. Tomé un poco de aire y me retire de su raijta para darle la vuelta y colocarla boca abajo en el colchón, al hacerlo le abri sus nalguitas y le estire su culito, se lo lamí, ese culito delicioso, de suave textura y sin un pelo en el, metía mi lengua lo más que podía y ella no gemía ¡gritaba ...