1. ME LA FOLLARON EN UN CONGRESO


    Fecha: 21/04/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues

    No sé si lo he dicho ya en algún otro relato, pero mi mujer trabaja para un organismo de la Junta de Castilla y León, y a veces tiene que andar viajando a congresos y reuniones en distintos puntos de España durante varios días. A mi me excita mucho la idea de que pueda estar con algún otro hombre durante esos días, así que no es extraño que cuando estamos follando muchas veces la pinche con la idea de que pueda estar con otros: • Ummmmm, cariño, ahora vamos a estar 5 días sin follar mientras estás fuera. • Bueno, sin follar igual estarás tú. Yo puedo estar con otros tios mientras estoy allí. • Pues es verdad, ya sabes que tienes mi permiso. • Ummmm, ya sé que eres un cerdo cornudo. • Pero te dejo con dos condiciones. • ¿Cuales? • La primera que el tío con el que estés tenga una polla más grande que la mía, para que te satisfaga mucho más. • Ummmmmm,que rico. De todos modos, no es muy difícil. Ya sabes que tu polla no es precisamente grande, jajajajaja. ¿Y la segunda? • Que cuando vuelvas me lo cuentes con pelos y señales, mientras me follas recordándolo. • No te preocupes, que te contaré como me han follado, sobre todo con pelos, jajajaja. Esta conversación la habíamos tenido varias veces, y a los dos nos excitaba bastante, pero nunca había pasado nada. No había ido más allá de una charla caliente mientras nos estábamos tocando o follando. La próxima reunión a la que tenía que ir era a Murcia. Iría con una compañera de trabajo mayor que ella, de 55 años, pero que ya está ...
    ... viuda desde hace unos 6 ó 7. Se llevan muy bien, y ya habían ido juntas a alguna que otra reunión. Se iban el martes y volvían el sábado por la mañana. El jueves por la tarde estaba trabajando y recibí un whatssap de ella. Me extrañó porque había hablado con ella antes de comer. Me dijo que iba a comer por ahí con Lucía, que tenían la tarde libre y que aprovecharían para ver algo de la ciudad y hacer alguna compra. Pensé que me mandaría alguna foto de comida, como hace a veces, pero aluciné cuando vi lo que ponía: • ¿Recuerdas la conversación que siempre tenemos de follar con alguien cuando estoy en una reunión por ahí? • Sí, claro • Pues ha surgido la oportunidad. ¿Quieres que siga? • Venga, adelante. Pero recuerda las dos condiciones que te pido siempre. • Jajajaja, vale. Un besazo. Te cuento mañana Te quiero mucho. • Y yo a ti. Mentiría si dijera que me tuve que pensar darla permiso para hacer aquello que yo tantas veces había imaginado, pero al final pensé que yo siempre había estado empujándola a hacer esto, y ahora no podía echarme atrás. A partir de ese momento estuve supernervioso. No veía el momento de que llegara de su viaje para echarla un polvazo y que me contara su aventura. A la hora de haber cambiado mensajes con ella, me llegó otro whatssap suyo: • Cariño, ¿te parece que cumple la primera de nuestras condiciones? Y me mandaba dos fotos. En la primera aparecía una verga en erección, completamente descapullada, llena de venas, larga y sobre todo muy gorda, al lado ...
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