Con la sorpresa dentro - Segunda parte
Fecha: 07/04/2018,
Categorías:
Sexo Interracial
Tabú
Hardcore,
Autor: Arandirelatos, Fuente: xHamster
... también trabajo como modelo, así conocí a Pierre. Fue en una campaña para Calvin Klein donde ambos coincidimos.Gracias a tal charla se generó gran confianza.Cuando ambas mujeres salieron de ahí, minutos más tarde, Martha se sintió aliviada de que Antoine fuera todo un caballero y no pasara nada inapropiado. No obstante, días más tarde...—Pero ¿por qué lo hiciste? —muy indignada, le preguntaba Martha a Paty.—Nunca había estado con un negro, y... quizás, nunca más lo estaré... no lo sé. Además ya te lo había dicho, tenía ganas de experimentar. Y créeme, valió la pena. Antoine es lindísimo. Todo amable y cuidadoso.A Martha no se le quitaba el impacto en la cara ante lo ocurrido.—Pero... ¿Y tu bebé?—El bebé está bien, me acabo de hacer un ultrasonido, y no hay problema con él. Te lo aseguro —dijo Paty, tratando de tranquilizar a su amiga.Paty por fin había cumplido su deseo, se había “comido” el negro pedazo de carne que Antoine llevaba entre pierna y pierna.—Había soñado esto desde que te conocí —había dicho Paty, una vez estuvo de rodillas frente a Antoine—. Ay Dios mío, es gigante —luego dijo, al ver el tamaño del morzolote.Lo estrechó con ambas manos y lo manoseó como nunca había hecho con pene alguno, deslizando sus palmas una a una por toda aquella gruesa largueza, una y otra vez. Luego le sopesó los negros y grandes testículos, los cuales estaban totalmente depilados, así que se agasajó acariciando la suave piel que los cubría, tal como lo haría meses más tarde con la ...
... tierna epidermis de su bebé.Paty se metió; no sin cierto esfuerzo; la cabezona punta del glande en la boca, demostrando su natural lujuria de hembra descascada. Estaba casada, e iba a ser madre, pero no por eso dejaba de ser mujer, y una muy lujuriosa.Como no dejaba de manipular el falo con intensidad, hacía que Antoine se balanceara de atrás a adelante cada que ella lo jalaba.No le cabía más que el glande en la boca, pero compensaba aquello dándole lengüetazos a todo lo largo del fuste.Más tarde, Antoine le devolvió similares caricias al darle lengua en aquella raja que lo pediría a gritos si pudiera. La tremenda verga fue la siguiente en tocar la entrada vertical, dando chasqueantes golpes, tal cual como una pesada aldaba a una puerta, para avisar de su inmediato arribo.—Despacio, muy despacito; por favor —solicitó Paty, pues, pese a su lujuria, era consciente de lo que estaba por entrarle.—No te preocupes, lo haré con cuidado —le respondió sonriéndole Antoine.La cabezona se abrió paso de poco a poco, estirando los pliegues vaginales que se dilataron al máximo para dejarla pasar.—¡Ay, es tremenda! —gritó ella.La primera metida fue difícil; la más dolorosa. Aunque, no mucho después, la gruesa y larga traza de carne entraba y salía con la mayor rapidez y lubricidad.Ella no dejaba de gritar de satisfacción sexual, a la vez que no dejaba de sobar su clítoris.Cuando Antoine se la montó encima, Paty sintió por primera vez en su vida lo que era montar a un negro macho todo entero, y ...