Celebraciones familiares 2: El cumpleaños
Fecha: 07/04/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: Rober XL, Fuente: CuentoRelatos
... se le iban todos los pelos a la cara, y el instinto me pudo. Agarré su lisa y morena melena y la penetré oralmente de forma autoritaria sin dejarla tomar aire durante unos segundos. Agradecida, Carla me regaló todo tipo de lametones, besitos y mordisquitos en el amoratado capullo. Entonces me incliné y le metí la mano en la blusa.
― Enséñamelas ―dije, entre orden y petición.
Carla no se lo pensó dos veces y aprovechando que su blusa era de cuello amplio me mostró dos peras bien duras con sus correspondientes pezones apuntando al techo.
Por su intensa forma de mamarme y menearme la polla me di cuenta de que Carla comenzada a impacientarse.
― ¿Quieres mi leche, verdad?
― Sí, dámela.
― Así no se piden las cosas ―protesté― ¡Con educación!
Carla se quedó pillada.
― “Por favor” ―dijo con énfasis.
― Así sí, la educación ante todo. Por supuesto que te la voy a dar. Te la has ganado muchacha…―la tranquilicé― Deja que te folle otro poco.
Carla no pudo responder, sujetándomela con una mano y reteniendo su cabeza con la otra le ensarté mi polla hasta la campanilla.
Aún gocé su boca un par de minutos, con delicadeza al principio permitiéndole sorber y saborear mi rabo, y con brutalidad al final ignorando sus ...
... quejas, sus arcadas, sus lágrimas. Sí, utilicé su boca a placer, la follé y follé igual que habría hecho con su coño o su culo. En ese momento sólo me importaba mi propio placer, y al notar que iba a eyacular saque de su boca para rociarla bien.
― ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Oh! ¡Diooos! ―exclamé al compás que mi polla escupía en su cara.
Carla sonreía orgullosa de haberme dejado K.O. y dio a mi polla cuatro o cinco fuertes succiones para apurar hasta la última gota de semen. Del mismo semen que adornaba su pequeña nariz, su sonrosada mejilla derecha y su pelo lacio.
- Joder, eres toda una mujer ―la felicité.
Carla seguía de rodillas. Antes de guardarme la polla, recogí con un dedo el grueso chorretón de esperma que había sobre su nariz y se lo di a chupar.
- ¡Ummm! ―la oí relamiendo mi dedo con lujuria.
Mientras se masturbaba le di más, todo lo que pude recoger. Después Carla recogió sus braguitas y entró de nuevo en su habitación.
A duras penas retomé la faena. Debía dejarlo todo terminado para no tener que volver aposta otro día. Por la tarde se celebraría la fiesta de cumpleaños, así que sólo tenía esa mañana para hacer los arreglos que me había encargado la madre de Carla, y no me gusta decepcionar a una mujer.
CONTINUARÁ.