en la casa de mi novio - Relatos Eróticos

en la casa de mi novio

... tono de asustado. -Pues que a mi me gustan las pollas. Te voy a ser sincero. -Jajaja, no veo el problema, te recuerdo que tengo una. -Ya, pero me gustan más que los culos. A si que para que esto funcione también nos tendremos que poner de acuerdo en la cama. Le solté todo esto y me quedé mucho más tranquilo siendo sincero y no buscando la polla de otro por ahí. -¿Y qué quieres hacer en la cama? -Pues esto-le dije besándolo con la lengua muy apasionadamente. Le cogí bajé los pantalones y empecé a comerle la polla como un loco, babeándola por todos lados. Paré para bajarme los pantalones y decirle que se desnudara entero. Yo me quité toda la ropa y también me quedé desnudo. Lo tumbé en la cama y le puse en culo en la cara. Él empezó a lamerlo con muchas ganas. Bajé el cuerpo y empecé a meterme su polla en la boca mientras seguía comiéndome el ojete, haciendo un perfecto 69. Volví a subirme para su cara y le dije al oído que metiera sus dedos. Que esa noche quería polla. Bajé y volvimos al 69 de antes. Sin avisar, me metió un dedo del tirón y me dio mucho placer. Seguía metiendo y sacando el dedo, jugando un buen rato con saliva. Metió el segundo y ni noté diferencia asi que metió tres de golpe. Sí lo sentí, pero más que dolor me dio muchísimo placer. Cogió mi culo con las dos manos en los dos cachetes y me levantó hacia arriba. Cogió un condón y se lo puso en la polla tiesa diciendo “a cuatro patas”. Por fin un macho me iba a follar aquella noche. Me encantó verlo desnudo y ...

... así de cachondo diciéndome eso. Me gustaba muchísimo su cuerpo y esa era la actitud que quería de él. Obedecí y me puse como un perro. Me agarró del culo y lo acercó a él. Me cogió de las dos manos y me las agarró con una suya, dejando mi cabeza apoyada en la cama. Curvé la espalda y saqué el culo hacia afuera. Me metió el dedo gordo de su mano y entró solo. Estaba preparado. Sin previo aviso me la metió a la primera y hasta el fondo y di un grito bestial. Empezó a follarme de unas formas que no me esperaba. Me penetraba a un ritmo perfecto y de una forma muy dura. Los dos nos movíamos a la vez y gritábamos de placer. Me azotaba en el culo cada vez más fuerte y yo ya no sentía dolor, me gustaba mucho eso. Después de follarme duro un buen rato, se tumbó encima de mi espalda dejando su polla dentro. Me besó en el cuello, mojándomelo con los labios. Notaba su cuerpo por toda mi espalda. “Te quiero, vas a tener esto siempre que quieras” me susurró al oído. Volvió a ponerse recto y me sacó la polla. Me giré boca arriba y me agarró de los muslos acercándome a su cuerpo. Se agachó y empezó a comerme la polla mientras me miraba fijamente a los ojos. Mientras me la chupaba empezó a meterme dedos en el culo y yo gemía cada vez más fuerte. Se volvió a levantar y me agarró de las piernas subiéndolas a sus hombros. Me la metió lentamente esta vez, y no podíamos parar de mirarnos a los ojos. Lo veía guapísimo y pensé que me estaba enamorando de él. Me penetraba lentamente pero con mucha ...