La Okupa - Relatos Eróticos

La Okupa

Esta mañana nada más levantarme encendí mi ordenador, …. Estoy caliente, sé que tienes trabajo pero si puedes escaparte estaré desde las once hasta las doce esperándote en esta dirección.....

Se trata de una casa que está en venta, casi abandonada, la había descubierto y me pareció morboso y, en uno de sus patios, te espero apoyada contra la pared.

Estoy caliente, mi sexo emana caldos jugosos, mi corazón acelerado junto a mi respiración entrecortada.... ¿aparecerá? ¿tendrá ganas de follar? El sol baña mi cuerpo, enfundado en mi vestido negro... la verdad es que a esa hora de la mañana, con ese día tan soleado, queda algo fuera de lugar la ropa que llevo, pero…. me he vestido como una putita... una putita en celo en busca de su buena ración de sexo.... para que rieguen su cuerpo con esa cremita blanca y espesa tan deliciosa......

Estos son todos mis pensamientos cuando escucho cómo un coche llega a la fachada de la casa, para el motor..... entonces, sé que has venido, que estás ahí, y siento cómo una gota de jugos de excitación sale de entre mis labios vaginales y, se desliza por mis muslos..... siento su cosquilleo hasta que tropieza con el liguero de la media.... estoy tan caliente....

Tú, has debido de ver mi coche, aparcado fuera, imagino tu polla dentro del pantalón, moviéndose, con un tamaño que te molesta incluso al andar, pero no lo puedes evitar, no deseas evitarlo.....

Escucho tus pasos mientras vas rodeando lentamente la casa, para encontrarme..... ...

... mientras lo haces, mi corazón está tan acelerado que cuando te pones frente a mi, noto cómo tu pantalón está para estallar. Me miras de arriba abajo, con ojos de deseo, libidinosos.... sabiendo lo que va a ocurrir......

Te llevas la mano al pantalón, te acaricias la polla por encima de la ropa… no puedes aguantar la presión por más tiempo, te duele, te molesta tanta presión, porque el tamaño de tu verga es tal que pocas veces antes la has tenido igual.

Sonrío al ver ese gesto que me ha vuelto loca, con ganas de sentir.....

Entonces, sin más me dices..... quítate el vestido para mi....

Estoy tan ganas de sentir, que me doy la vuelta... y una vez te he dado la espalda, comienzo a tirar de mi vestido hacia arriba... lo voy haciendo despacio, lentamente, para que puedas ir disfrutando del espectáculo.

Disfrutas del recorrido de mis piernas con sus medias y sus zapatos finos de tacón, observas a medida que el vestido va saliendo por mi cabeza que no llevo ropa interior, antes de que el vestido haya salido completamente por mi cabeza, te has acercado por detrás a mi.

Noto tu respiración, excitada y entrecortada..... ninguno de los dos pensamos que en cualquier momento alguien puede entrar en esa casa en venta, y nos puede descubrir allí....

Siento el calor de tu aliento en mi oído.... comenzando a susurrar... mientras tus manos se ha apoderado de mi cintura y bajan lentamente por mis nalgas hasta meter uno de tus dedos en mi rajita, mientras antes ha pasado por ...