1. Fui infiel a mi marido y lo gocé


    Fecha: 31/03/2018, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... que sí tenía razón con una sonrisa pícara.
    
    Me retiré mirándolo con algo de coquetería y le dije que si necesitaba algo que me buscara, él me dijo que seguro lo iba a hacer si era necesario, salí contoneando mi cuerpo sabiendo que eso lo calentaba más. Mi marido me preguntó si todo estaba bien desde el sofá y le dije que sí, pero ya por mi cabeza el diablo me tentaba a comerme a ese suculento chico, mi conciencia me decía que me aguantara las ganas, que a mi marido no le debía poner más cuernos pero más pudo mi deseo carnal, mi concha se mojaba sola y esa era señal de que le debía de dar algo nuevo de comer.
    
    Le pedí a mi marido que me comprara unas pastillas para la jaqueca que sentía repentinamente (obviamente no tenía nada) en la farmacia antes que anocheciera y como él es tan complaciente salió en el auto a buscarme mi capricho, aproveché de inmediato para coquetearle a mi sobrino, salí con una toalla muy corta y ajustada, si me agachaba creo que se me vería todo, disimuladamente le dije a mi sobrino que si tenía hambre para darle de comer, al pobre se le paró de una vez viendo mis curvas, balbuceando me dijo que si tenía hambre, que si tenía pechuga o muslo pues le encantaba la carne, yo le dije que si tenía eso, me acerqué y abrí mi toalla mostrándole mis grandes senos y mi vagina gorda y depilada.
    
    Sin hablar nada el chico se bajó el pantalón mostrándome un buen trozo de verga morcillosa, le dije:
    
    Yo: Uy sobrino a mí también me dio hambre, voy a probar ...
    ... eso que tienes allí pero no se lo digas a mi marido ok?.
    
    Luis: Claro tía, será un secreto entre los dos, usted siempre ha sido mi tía favorita y soñaba con verla así como está.
    
    Yo: ja ja sobrino, no solo me verás sino que probarás lo que ves, necesito quitarme esta calentura y sed de una buena verga….
    
    Me agaché y empecé a mamarle esa delicia, obvio que ya el chico no era virgen juzgando por lo que vi en sus maletas, le lamía su cabeza con sumo placer, su olor a hombre me ponía a mil, él no se aguantó las ganas de suspirar y hacer gemidos de placer producto de la chupada que le estaba dando, mientras se la mamaba el loquito me dio un nalgazo fuerte, yo grité y le dije que con calma, que eso horita se lo comía.
    
    En ese momento me llama mi marido por teléfono diciéndome sobre dos medicamentos para elegir cuál me traía, yo sin dejar de chupársela a mi sobrino le dije el nombre de una de ellas, cerré y le puse la vagina en la cara para que me mamara a mí también, vaya que sí sabía lamer el chico. Me daba unas lamidas, me mordía el clítoris, hasta el punto en que descargué una rica venida en su cara, luego me le senté de un solo envión sobre su verga y lo cabalgué como hacía rato no lo hacía.
    
    El sentir una verga nueva en mi cosita era una experiencia que hacía rato no sentía, el sonido de su miembro entrando y saliendo de mi me hacía ver estrellas igual que a él, yo era su fantasía y ya la estaba cumpliendo, mientras lo montaba me chupaba los senos como un bebé muy ...