1. Mi sobrino Paco


    Fecha: 29/03/2018, Categorías: Incesto Autor: lauragv, Fuente: RelatosEróticos

    Mi sobrino Paco
    
    Ya tenía yo 21 años, mi hijo tenía ya 10 meses. Era mi día libre en el trabajo de cajera en un supermercado cercano, estudiaba en una escuela libre la carrera de Contador Público, estaba poniendo al corriente todos mis apuntes, vestía una minifalda de mezclilla, que solo me ponía en casa por lo corta que era y una blusa blanca de tirantes al hombro que se cruzaban por la espalda, un sostén blanco, sin varillas, cómodo para estar en casa, cuando tocaron a la puerta, al abrir, me agradó la sorpresa, era mi sobrino Paco, quien ya era un guapo joven de 14 años, me saludo de beso, como era costumbre, y preguntó por su tía, mi mamá.
    
    - Se fue al rancho, no regresa hasta el lunes. – Contesté.
    
    - ¡Ah!, ¿y Víctor? – preguntó por mi hijo.
    
    - Está durmiendo el flojonazo. – Respondí.
    
    El se sentó el sofá de la sala, yo estaba en la mesa del comedor. Después de platicar de varias cosas intranscendentes, el clásico, “¿Cómo vas en la escuela?”, “¿tienes novia?” y cosas así, de repente él me dijo.
    
    - ¿Te acuerdas cuando era chico y me bañabas y yo te comía las tetas y tú mi pene?
    
    Me quedé sorprendida, no sabía que decir, mis manos temblaban, no de nerviosismo, si no de excitación, de recordar lo sucedido, de imaginar lo que sucedería con Paco a esta edad.
    
    - Niño, no recuerdes esas cosas… ya pasó, es el pasado y déjalo ahí.
    
    - Lo recuerdo bien, y me gustaría volver a hacerlo. – Lo dijo acercándose a la mesa y sentándose en la silla de junto.
    
    - ...
    ... ¡Cálmate! – le dije enérgicamente, pero ni yo me creí el regaño.
    
    - Laura, por favor, vamos a recordar lo vivido, estamos solos, no se lo he contado a nadie desde entonces y no se lo voy a contar a nadie, es solo entre tú y yo.
    
    - Pero… no Paco, no debe ser, no puede ser… olvídalo.
    
    - Laura, tengo ganas de comerte las tetas. – al momento que decía esto, acercó su mano y me toco una teta.
    
    - ¡Ah!... ¡Paco por favor! – Exclamé con la voz entrecortada por la sorpresa y la excitación.
    
    - Vamos Laura, hagámoslo de nuevo. – Esta vez mi teta ya estaba en su mano por completo.
    
    - No Paco. – Mi exclamación era más un “Sigue” que un “No”.
    
    Paco se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla si retirar nunca su mano de mi teta, yo gire mi cara en busca de su boca, y los besos fueron intensos, nuestras lenguas peleaban una con la otra apasionadamente, el buscó como meter su mano bajo mi blusa. Yo le dije.
    
    - No…. – Me miró sorprendido y a la vez suplicante – No, aquí no, vamos a la recamara.
    
    No podía resistirme, el último hombre que me había tocado la vagina era mi ginecólogo en el hospital al nacer Víctor mi hijo esto ya hacía 10 meses y mi ultima relación fue con el papá de Víctor 8 meses más atrás. Un total de 18 meses sin tocar ni sentir una verga, era demasiado tiempo para mí.
    
    Pasamos a mi recamara, Víctor estaba en su cuna en la recamara de la abuela, me senté en la cama, Paco hincó delante de mi y me abrió un poco las piernas para pegarse más a mi, yo crucé mis brazos ...
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