Amalia y el director - Relatos Eróticos

Amalia y el director

... Director solo en la oficina, sentado detrás de su mesa. Cuando abrí la puerta, mi preocupación y excitación me dejo en la duda de entrar o no, pues no sabía con lo que me iba a encontrar con coraje abrí y asomándome me extrañó ver al director solo en la oficina, sentado detrás de su escritorio.

Oigo un Chup, chup como si estuvieran chupando algo afinando la vista, noté apenas la cabecita de mi mujer debajo del escritorio subiendo y bajando sobre la polla del Director. La muy puta se la estaba chupando.

Me quede como un tonto, quería quedarme a mirar pero el miedo a que mi hijo se diera cuenta pudo más y cuando él me llamó. No os vayáis, por favor, sentarse, su mujer Sr. Sánchez fue en el baño, pero vendrá ya, para seguir hablando sobre las bajas notas de Fabio. Él es un buen chico y mejor deportista pero las notas de su boletín están en baja y es nuestro deber hacer todo lo posible para que estas estén mejor. Dijo el Director; mejor como la polla de él y debo admitir que la situación también puso la mía tiesa.

Desde mi asiento veía los labios del él moverse pero sinceramente no sé que decían, estaba concentrado en su expresión de cara era de placer y en veía la cabeza de mi mujer. Por ser un escritorio grande y cerrado había suficiente espacio para que ella se escondiera y atendiera a su macho. La ventana abierta que daba a la calle disimulaban los escasos ruidos que provocaba la boca de mi mujer chupándole la polla.

Nunca viví una situación tan morbosa como esa, ...

... saber que la mujer con la cual me casé y madre de mi hijo estuviera a pocos centímetros chupando un polla que no fuese la mía, ¡Y sin importarle que su familia estuviese allí!-

Durante la charla o mejor dicho monólogo, porque yo no decía palabra, él se le cayó (con intención) el bolígrafo de la mesa, sin levantarse de su sillón se agacho para recogerlo tardando un poco; volviendo a su posición siguió hablando, pero noté que sus labios tenían un brillo especial y manchados del lápiz de labios de Amalia, clara prueba de haberse besado.

Yo sentía coraje, celos, odio, excitación, y ganas de cortarlo eso y follarme yo a ella sobre la mesa. Demasiadas emociones al mismo tiempo, mi cabeza no sabía que hacer.

Echándose para atrás sobre su sillón, dejó una de sus manos bajo la mesa, por sus movimientos y el sonido, estaba forzando a Amalia, a una mamada más fuerte era evidente que se iba a correr. En un momento de lucidez, le dije a Fabio, que nos espere en el coche, y una vez oímos la puerta que se había marchado veo que cierra los ojos, se estaba corriendo en su boca y ella tragándoselo todo.

El Director le dijo: ¿Amalia no tienes respeto por tu familia? ¿Cómo vas a chupar una polla estando ellos presentes? Le dijo riendo y ella contesto: ¡eres un hijo de puta! ¡Cómo me calientas! Me pones cachonda metiéndome dos dedos en mi coño nada más entrar, y ya sabes que me muero por tu polla.

El me dijo: esta puta será tu esposa pero no le quepa la menor duda que es mi hembra ...