Tu fantasia
Fecha: 15/03/2018,
Categorías:
Fantasías Eróticas
Autor: halcon, Fuente: RelatosEróticos
... tela de por medio y tus pezones saboreados por esa lengua extraña que tanto placer te estaba dando, al fin saliste de tu parálisis y tomaste los senos de ella entre tus manos, su tacto, su suave piel te incitaron a besarlos y tal como había echo ella contigo tus labios succionaron primero un pezón y luego el otro haciendo brotar leves jadeos de la garganta de Raquel.
Solo existíais vosotras dos, hasta el punto que habías olvidado que Carlos observaba atentamente vuestros juegos, cuando dirigiste la vista hacia él lo encontraste con la mirada fija en vuestros cuerpos y su mano acariciando su sexo erecto sobre el pantalón,
Le perdiste de vista cuando sentiste que tus bragas ya húmedas eras bajadas hasta acabar sacándolas de tus pies y quedando en el suelo, te dejaste caer sobre la cama y a partir de hay tu mente se nubla y solo te llegan imágenes entremezcladas,
Sobre todo recuerdas la sensación que nos manos abrían tus piernas y que esa lengua dulce y extraña recorría cada pliegue de tu sexo mientras dos de sus finos dedos penetraban dentro de tu ser, tú sexo se contraía alrededor de ellos aprisionándolos mientras tu clítoris recibía esa lengua sedienta de ...
... ti,
La siguiente imagen que llega a tu mente es ver a Carlos desnudo en la cama de al lado masturbando su sexo erecto absorto con vuestro ritual, los gemidos más guturales de el se mezclaban con los vuestros,
Ni siquiera recuerdas en que momento Raquel saco su tanga empapada y coloco su sexo al alcance de tus labios, sin dejar en ningún momento de brindarte placer en el tuyo, perdiste la noción del tiempo y de los orgasmos que llegaban uno tras otro hasta parecer uno solo pero interminable, también te quedo la sensación del sabor de su sexo, de la suave piel que tu lengua recorria, los labios abiertos como una flor y un pequeño clítoris que tomaste entre tus labios hasta recibir su placer.
Cuanto tiempo duro aquello quien lo sabe, lo ultimo que recuerdas es como mientras llegaba tu ultimo orgasmo viste como Carlos vaciaba el fruto del placer que le habías brindado sobre tu pecho.
Cundo despertaste ella no estaba si es que estuvo alguna vez, Carlos solo te miraba y sonreía pero jamás te dijo si aquello fue un sueño o no, lo que el no sabe es que en tu bolso al llegar a casa descansaba el tanga aun húmedo de ella, habías echo realidad una fantasía y el había estado hay.