¿Será mi hermano o mi hijo? Convertí a mi madrastra en mi puta de las mañanas - Relatos Eróticos

¿Será mi hermano o mi hijo? Convertí a mi madrastra en mi puta de las mañanas

... cochera.

Cuando llegamos a la cochera lo vi, un viejo "escarabajo" pero al fin un auto, yo estaba súper feliz por tener mi primer auto.

Yo: ¡gracias papa, gracias Lucia!! Los quiero mucho.

Subí al auto y Lucia subió en el lado del copiloto.

Lucia: ¡vámonos!!

Arranque el auto y salí a probarlo, durante todo el trayecto lo único que podía escuchar era el motor del carro, estaba muy feliz aun no podía creer lo que estaba pasando, recuerdo que llegamos hasta un mirador del cual se puede ver toda la ciudad, es una vista maravillosa, baje del auto y me senté sobre el cofre a admirar el paisaje, Lucia se sentó a un lado de mí.

Yo: ¡gracias Lucia en serio!!

Lucia: ya eres todo un hombre y los hombres necesitan un auto.

Yo: pues gracias muy lindo su regalo.

Lucia: bueno la verdad ese es el regalo de tu papa, yo tengo el mío pendiente.

Yo: ¿así? ¿Y eso? Que me vas a regalar.

Lucia: ya verás no desesperes.

Se bajó del cofre y subió al auto.

Lucia: vamos tenemos que volver debo preparar los almuerzos.

Subí al coche y volvimos a la casa, durante todo el camino mantuve mi insistencia, tenía curiosidad sobre su regalo, al llegar a la casa decidí estacionar sobre la entrada de la cochera.

Yo: anda Lucia cuéntame cuál es tu regalo.

(Ahora atención que es aquí donde todo comenzó a cambiar, antes que todo debo decir que jamás había visto a Lucia como una mujer más, jamás la vi con ojos de hombre, es más con decir que jamás había puesto atención ...

... al hecho de que tiene muy buen cuerpo).

Ella se acercó a mi oído, puso su mano sobre mi verga y muy tenuemente dijo "yo soy tu regalo, tú decides cuando lo abres”, yo quede helado, no esperaba eso, fue ese justo el momento en que comencé a ver a Lucia como un "ser sexual" para mí por así decirlo, ella bajo del auto y yo me quede ahí sentado como tonto niño virgen, ya ni siquiera estaba ahí, pero el solo recordar sus palabras me pusieron la verga dura, baje del auto y entre a la casa papa iba de salida junto con mi hermano.

Papa: me voy, supongo que no necesitas que te lleve, disfruta tu regalo.

Mi cabeza retumbo, si supiera lo que yo no diría eso, camine hasta la cocina donde Lucia estaba.

Yo: oye qué onda con lo de hace rato, ¿que fue eso?

Lucia: ese es mi regalo para ti, ya eres un hombre y que mejor manera que teniendo a tu primera mujer.

Yo: ¿pero porque dices eso? ¿Y qué pasa con papa?

Lucia: nada amor no pasa nada, él no sabe y no tiene por qué enterarse.

Mientras más escuchaba lo que me decía, su tono de voz me ponía súper caliente, no mentiré el nunca haber tenido sexo me tenía un poco estresado, a esa edad muchos de mis amigos ya eran sexualmente activos y pues yo quería salir de ese problema, si bien sabía que estaba mal por alguna razón dejo de importarme, me acerque hasta donde estaba ella y me coloque detrás suyo, pegue mi pene contra sus nalgas y comencé a moverme arriba y abajo frotándolo suavemente, ella solo volteo y sonrió.

Lucia: ...