Fantasía perversa - Relatos Eróticos

Fantasía perversa

Estaba en lo de Analía esperándola para darle unas cosas que me había prestado, cuando llegó con tres amigos que estaban parando en su casa, se me hacía tarde y solo quería entregarle sus cosas y volver a mi hogar, pero insistió que me quedara a tomar algo con ellos, le dije que no pues estaba transitando el duelo de mi separación y no estaba de ánimo, pero rogó tanto que accedí con la condición que luego me llevara a mi casa en su auto.Fuimos todos al living y destapamos unas cervezas, hacía calor y era la bebida ideal.Los amigos de Analía eran muy agradables y divertidos: Marcos de unos 32, Raúl de 45 y Angel al que le calculé 55 años. Charlamos más de una hora, en un momento Analía me llama a la cocina y me pregunta cómo estaba yo con mi separación y si no estaba necesitando algo de sexo, yo soy muy tímida y no tengo las experiencias de ella que siempre fue muy liberal, por lo que le contesté que estaba bien así.Entonces, me comentó que había organizado una reunión con otras dos amigas para terminar “pasandola bien” con los tres hombres, pero que le habían fallado, ella parece que se entendía muy bien con Raúl, el de 45 años, el otro más joven había mencionado que se quería ir a dormir temprano, pero Angel, el hombre mayor, estaba sin intenciones de terminar el día aún, era un tipo muy importante y parece que Analía quería quedar bien con él, entonces me preguntó si no me animaba a hacerle pasar un “buen momento”. Le pregunté específicamente a que se refería, porque lo ...

... intuía y no me gustaba mucho su idea, me dijo que necesitaba quedar bien con él para luego pedirle algunos contactos que la beneficiarían en sus negocios y lo había invitado con la promesa de presentarle una amiga para que pase un rato de cama con él, luego me comento que no era muy exigente y me sugirió me animara aunque sea a practicarle sexo oral cuando quedemos solos.Me puse muy nerviosa, y le dije que no, yo nunca había hecho una cosa así, me daba mucha vergüenza, me estresaba e incomodaba la idea de convertirme prácticamente en una puta. Ella insistió, me hizo notar que el hombre no estaba nada mal, y que si me relajaba podía hasta disfrutarlo, y que además habría algún dinero para mí luego, yo estaba realmente con dificultades económicas y el hombre realmente no estaba nada mal, entonces lo pensé un rato, le pregunté si realmente iba a quedar conforme con sexo oral, porque yo más que eso no iba a hacer, me dijo que me quede tranquila que le iba a explicar la situación y que yo no hago esas cosas, que sería solo porque ella me lo pidió ya que las otras mujeres no vinieron.Yo sentía que los nervios se ponían cada vez más difíciles, no podía controlarlos y no sabia como iba a reaccionar en el momento de la acción, hasta ese momento el único hombre con el que había tenido sexo en toda mi vida fue mi ex, lo pensé mejor y le dije que no, que por favor no me pida eso..., ella me entendió y no insistió más pero me pidió que al menos tome algo con él, mientras ella iba a la ...