Fecha: 25/02/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: AlejoMex53, Fuente: CuentoRelatos
En este relato les voy a contar cómo me cogí por primera vez a mí psicóloga.
Todo empezó cómo un día normal de invierno, iba a una cita con mí psicóloga, se llama Sandra, tenía aproximadamente 35 años en ese entonces, yo 18. Iba por supuestos problemas familiares, por peleas con mis hermanos y todo eso, aunque a decir verdad, no era muy grave, eran exageraciones de mí madre.
Bueno, resulta que voy caminando y cuando llego le toco el timbre, y ella viene a abrirme la puerta con una faldita corta de jean y una remerita blanca, un poco ajustada. Me hace pasar, abre la puerta del departamento y me lleva a la sala donde ella trabajaba, ella se sienta en su escritorio, cruzando las piernas, y yo en un sillón que había por ahí. Todo empezó cómo una cita normal, ella preguntándome los problemas y yo respondiéndole que esto y que lo otro. Me acuerdo que iba con un jean negro de estos que son ajustados. Me acuerdo que ella se va a buscar agua, y luego de unos segundos escucho un grito bajito, yo me asusté, entonces fui corriendo hacía la cocina, que es donde estaba ella, resulta que le había caído el agua el vaso sobre ella, se le había transparentando la remera blanca ajustada y se le podía ver el corpiño, y sus tetas medianas, un poquito grandes debajo del corpiño, ella se saca las remera y yo me doy vuelta rápidamente, por una cuestión de respeto, y ella se ríe y me dice: "No hace falta que te des vuelta, soy tú psicóloga". Yo reí y me di vuelta, ella había agarrado un ...
... repasado y se estaría secando el torso que estaba descubierto, solo llevaba su corpiño. Entonces le digo "¿Vuelvo a la sala?" Y me dice "Cómo quieras" entre risitas. Yo me doy vuelta y voy hacía la sala donde ella me atendía siempre. Me siento, y me saque el abrigo y me lo puse sobre las piernas, ya que mí pene se había erectado y se notaba mucho por mí jean ajustado. Llega ella, sin remera, se sienta y me dice "Vamos a tener que seguir la consulta así. Ella miró que no llevaba ella abrigo y me dijo "¿No tenés frío? Ponete la campera" y agarró la campera que tenía entre las piernas. Yo forcejeé para que no me la saque, porque se iba a dar cuenta de mí erección. Yo le decía "No tengo frío" y ella me decía "Bueno, prestame la campera que me está dando frío" Yo dudé que hacer. Si le daba la campera no iba a poder verle más las tetas y se daría cuenta de mí erección, pero si no se la daba, iba a parecer un maleducado. Así que se la di, y ella rápidamente notó mí pene erecto y dijo "Bueno, parece que alguien se calentó, mejor no me pongo el abrigo" dijo mientras apretaba sus tetas y soltaba una leve risita. Yo me quedé mudo, ella se acercó y se apoyó sobre su escritorio, poniendo su culo grande frente a mí cara, se le asomaba una parte de su bombachita blanca. Entonces yo le toqué las nalgas y ella me dijo "Que atrevido, veo que vamos tener una cita diferente a las demás" y tiro su culo más para atrás, apoyándose sobre mí pene. Yo empecé a moverme hacia arriba y abajo, restregando mí ...