Mi esposa con el curita 2° - Relatos Eróticos

Mi esposa con el curita 2°

... tetas, algo caídas por la edad pero totalmente enhiestas y como yo bien sabia de un tamaño magnifico, después continuo quitándose las pantaletas y así quedaba totalmente desnuda y pudimos ver su cuerpo, sin ninguna ropa, fue maravilloso como estuvo dejándonos ver claramente su vientre muy cuidado por el ejercicio que terminaba en su monte de venus, cubierto de su vello púbico, afeitado a los lados pero dejando una linean en la parte central con lo que podíamos notar bien su vulva entre las piernas, sus labios mayores y si se volteaba podíamos admirar sus nalgas.

Nunca la había visto así, como se exhibía ese día ante nosotros, después de habernos hecho un completo strip tease por lo que me excito ver como ella estaba preparada para entregarse totalmente al curita y para eso es que se mostraba desnuda.

Él se le acercó, la abrazo mientras la acariciaba y le decía que vería que bien podría estar así con él y que no se preocupara que trataría de cuidarla siempre y de no lastimarla, vi claramente cómo se desabotono el cinto y los pantalones y así se iba quitando la ropa hasta que pudo finalmente poner su miembro bien parado junto a ella y la fue acercando a la cama para acostarla en esa ocasión y poseerla por primera vez.

Les confesare que realmente no había yo pensado bien en lo que le iban a hacer a mi esposa delante de mí, es que fue realmente muy morboso de mi parte el poder presenciar como ella ya desnuda se dejaba conducir a la cama donde en pocos momentos la ...

... perforarían completamente y ella iba a gozar por primera vez de una cogida delante de su esposo.

Allí la acostó y en ese momento fue cuando ella cerró los ojos mientras que abría y subía totalmente sus piernas dejando ver su total intimidad. Pues pudimos ver claramente como se le veía el monte de venus y las nalgas en donde podíamos observar su precioso culo.

Él ni tardo ni perezoso aprovecho para verle bien su culo y poner su verga entre los labios mayores de ella en donde comenzó a írsela metiendo lentamente, despaciosamente, mientras le decía que estaba muy bonita y que si no la estaba lastimando que si era así se lo dijera, hasta que pude ver que ella medio abría la boca como para ayudarse a aguantar la nueva y gruesa verga que la penetraba hasta lo más hondo de sus entrañas.

Ella con los ojos cerrados y la boca semi abierta solamente balbucía unos ligeros sonidos entre quejidos y sonidos de deseo por lo que estaba sintiendo como poco a poco era penetrada totalmente y delante de mí.

Así comenzó el a bombearla, con ese movimiento metódico que las va preparando para la envestida final.

Si era notorio para mí que cada vez era más rápido el movimiento y que las embestidas trataban de ser más y más profundas aunque ya estaba totalmente cogida por él, sus testículos pegaban rítmicamente contra sus nalgas y me pareciera que ella se movía tratando de consumar esa unión en que mi esposa era a su vez la víctima y el altar en donde él se encargaba de gozarla hasta que ...