Fecha: 18/02/2018,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos
... para esta tarde”, le dije tanteando.
—”A ver esta tardeeee…; vale, bien, no tengo nada; dime, ¿de qué se trata?”, preguntó ansioso.
—”Vamos a salir todos los chicos de la familia en dos coches al sauna, a cenar y a la disco; supongo que te apetece”, respondí.
—”Apetecer, apetecer, pues sí, me apetece, y contigo más; pero, mira, veras…, es que…, ahora no estoy bien…”, dijo dubitativo.
—”¿Estás enfermo?, ¿qué te pasa?”, pregunté.
—”No, no es eso, es…”.
—”¿Es por Gaspar?
—”No, hombre, eso ya pasó; es que voy mal de dinero ahora”, confesó.
—”Néstor, Néstor; no te estoy diciendo que te apuntes a venir, te estoy invitando. Estoy casi para despedirme y os voy a invitar yo. Ellos no lo saben, pero estoy ahora tan contento que quiero que hagamos todos juntos una jornada festiva y divertida; vienes ¿verdad?”, le había explicado para animarlo.
—”No te puedo fallar, no te puedo fallar…”
—”Pero me puedes follar, me puedes follar…”
—”Vale, Jess, claro que voy, llámame; ¿cómo nos vestimos de gala o deportivos.
—”¡Qué coño de gala! ¡De putos deportivos!, vamos ligeros, frescos y con lo mínimo para no llevar peso inútil. Yo voy a ir como siempre, short y tank top; ah, y avisa que dormirás aquí, porque vendremos tarde”, respondí planificador de la vida ajena.
—”Vale, vale”.
—”Vale, ciao”.
Ya la tenía medio montada. Lo de la invitación lo dije porque lo estaba pensando cómo hacer y cuándo hacerla. Al decirme que venía Fernando, me dije que esta ...
... era la ocasión. Íbamos a estar todos y eso me ponía contento. Así que me dispuse a llamar a Gaspar de nuevo para decirle que iba a invitarlos a todos como fiesta de despedida, para que no estuvieran haciendo cálculos mezquinos, que no solía hacer, de todos modos. Estaba pasando una semana gratis de vacaciones bien empleadas y era el momento de saber ser buen amigo de los amigos. Pero se me olvidó llamar a Gaspar para decirle lo de la invitación. Estas conversaciones ocurrieron después del desayuno, yo había hablado ya con mi padre lo que a continuación contaré.
*****
En la notaría todo fue bien. El notario me informó claramente de todo y me mostró los documentos elaborados de escritura que yo debía firmar; también me mostró lo que tenía preparado para Roxana, la cual firmaría en otra ocasión propicia y en una notaría de la ciudad. El notario me dijo:
—”Todo lo que consta en estos documentos es tuyo, tu padre es el usufructuario en una mínima parte, suficiente para vivir, y tu Tío Paco es el administrador. Tú te responsabilizas de todos los gastos, impuestos y tributos…”
—”Tienes una cuenta bancaria preparada que vas a firmar ahora después para que allí carguen a tu nombre todos los recibos. Allí te pondrá el Tío Paco tus beneficios. Solo tú, el Tío Paco y yo tenemos acceso a la cuenta”, me explicó mi padre.
El notario echó en mis oídos un montón de observaciones que no entendí ni la mitad, pero eran asuntos que habían conversado entre mi padre, el Tío Paco y el ...