Mi esposo fuera de combate... y yo en pleno combat - Relatos Eróticos

Mi esposo fuera de combate... y yo en pleno combat

... mi trasero contra su endurecida pija.“Te gusta esta fiesta, Anita… te gusta cómo te cogen los amigos de tu marido…?”.“Anita es mucho más que fiestera… es una perfecta puta…” Dijo otra voz detrás…David terminó muy temprano en mi culo… otra vez sentí el calor del semen llenándome las entrañas. Pensé que ya los tres estaban satisfechos, pero me equivocaba.Reapareció en escena Nicolás. Apenas David abandonó mi trasero, Nicolás se abalanzó casi con desesperación. Me tomó por la cintura y me hizo caminar hasta la mesa. Allí me empujó por la espalda, haciéndome reclinar sobre la tabla, dejando mi culo en alto, a la vista de todos.Me sentí brutalmente dominada por este hombre; mientras se preparaba a penetrarme desde atrás, solamente me limité a mirarlo por sobre mis hombros.Finalmente Nicolás me tomó por las caderas y en un solo movimiento me penetró violentamente, haciendo que mi vagina se expandiera al máximo para recibir a su gruesa verga…Me quejé un poco debido a su violenta intrusión; mirando a Nicolás por encima de mi hombro, tratando de suplicarle que me cogiera más despacio. Pero él estaba entregado a su propio placer y siguió bombeándome la concha como un desaforado…“Despacio, por favor…está muy dura… me vas a partir en dos…” Imploré llorando.Pero su endurecida verga entraba y salía una y otra vez de mi ahora enrojecida concha, lubricándola cada vez más y más. Yo trataba de arquear mi espalda para que Nicolás pudiera cogerme con mayor facilidad y sin tanto dolor…Finalmente ...

... sus manos atenazaron con más ganas mi cinturas y entonces sentí la explosión de su semen hirviente que me llenaba otra vez la vagina.En ese mismo instante experimenté un orgasmo muy intenso, mientras apoyaba mi cabeza sobre la mesa y miraba a un costado, donde mi adorado esposo seguía desvanecido…“Te gusta que te cojan así, perra?” Me preguntó David, mientras me levantaba por los hombros y sin esfuerzo me hacía montar sobre su verga erecta estando él de pie.Me penetró hasta el fondo y yo dejé escapar un largo suspiro de placer. Esa posición me estaba gustando demasiado; tanto, que no me di cuenta que por atrás Fernando se acercaba silenciosamente. Me sorprendió sentir su verga apoyarse en mi culo; miré hacia atrás justo cuando me penetraba la puerta trasera sin ningún esfuerzo…“Ahhh, si, así… hacía mucho que no me cogían dos vergas juntas…” Alcancé a gemir.Entre los tres comenzamos a ejecutar una coreografía de movimientos cortos y precisos. Yo me debatía entre gemidos y jadeos, sonrisas y suspiros de placer.Mis brazos sobre el cuello de David apenas me sostenían en alto. Las dos vergas entraban y salían con furia de mis dos agujeros…Ambos acabaron antes que yo, casi al mismo tiempo. Fernando se salió de mi culo y David entonces me dejó recostada sobre el sofá junto a mi adorado esposo, que seguía totalmente fuera de combate…Por suerte me desperté antes de que amaneciera. Los tres amigos se habían ido, dejándome allí recostada, desnuda y cubierta de semen. Víctor continuaba ...