MARIA ROSA... UNA DIVINA..
Fecha: 18/02/2018,
Categorías:
Infidelidad
Autor: sureño001, Fuente: SexoSinTabues
MARIA ROSA, UNA DIVINA. (relato Nª: 09) (Mi novena infidelidad) Tal lo convenido con Lidia, su hermanita llegó a los tres meses de su partida. Se conocieron con Lidia 2ª, porque llegó en el último día de su trabajo. Al otro día la reemplazaba. MARIA ROSA…. Un verdadero calco de su hermana Lidia, así que demás está describirla. Nuestros primeros tiempos también fueron como con Lidia. Ella era algo tímida pero poco a poco fue superando su timidez. Comenzamos también a charlar mucho y lentamente comenzamos a comentarnos nuestras intimidades. Así supe que, tal su hermana, no había tenido ni novio ni contacto alguno con hombres. Inconcientemente me propuse conquistarla, cosa que fui haciendo paso a paso y con mucho tino. Así fue que un día al llegar ella al trabajo y, como al descuido, roce sus labios suavemente con los míos. Ella se sonrojó pero no dijo nada. Al finalizar la jornada repetí el saludo, logrando la misma reacción de su parte. A la mañana siguiente, cuando llego, rodee con mis brazos suavemente si cintura y la besé en los labios… ella respondió el beso y luego bajó la vista retirándose a su escritorio. Poco a poco fui avanzando en la conquista hasta lograr de ella también respuesta a mis requerimientos y fue así como un día tuve que hacer un viaje de trabajo el pueblo vecino en el que permanecería dos o tres día y le dije que me tenía que acompañar. Al llegar fuimos a un hotel y pedí una sola habitación… ella me miró sorprendida pero no dijo nada. Cuando entramos ...
... a la habitación, la tomé en mis brazos y la besé largamente. Ella respondió entregándose totalmente a mis caricias, que fueron avanzando y haciéndose más sexuales. Le fui despojando muy despacio su ropa a la vez que yo también lo hacía hasta quedarnos los dos totalmente desnudos. La tomé en brazos y la lleve a la cama. Donde la deposite y comencé a recorrer todo su cuerpo con mis labios. Ella solo murmuraba palabras de amor suavemente. Cuando la sentí totalmente entregada, la puse de espaldas y abriendo sus piernas me subí a ella. - Despacio por favor mi amor – me susurró – que es mi primera vez. - Si amor le respondí. Y suavemente comencé a recorrer con mis manos su conchita que estaba totalmente mojada, le lleve su mano derecha hacía abajo y le pedí que me tomara la pija… lo hizo y comenzó a masajearla de una manera hermosa. La puse de espaldas en la cama y metiéndome de cabeza entre sus piernas y sin dilaciones comencé a chuparle el clítoris mientras mis dedos recorriasn toda su rajita y jugaban en el agujero de su conchita… ella gemía y se retorcía ante mi invasión. Luego me puse de rodillas a su lado y comencé a rozar su rostyro con mi pija y acercándosela a su boca le pedí que la besara… ella primero se mostró esquiva a hacerlo pero ante mi insistencia comenzó a darle suaves besitos que me pusieron a mil… Cuando ya tomo confianza y sus besos recorrían todo el lago de la pija, desde las bolas hasta el glande, le pedí que abriera la boca y se la comencé a meter; primero ...