Otra manía de Amalia - Relatos Eróticos

Otra manía de Amalia

Una de mis locuras fue proponerle a Juan mi marido, fue que quería irme a un hotel, y que me follaran cinco tíos jóvenes, estaba loca por tener unas pollas jóvenes para que me dieran gusto, y me dijo pero Amalia si follas casi todos los días con quien te sale del coño, y yo le dije vale pero dame ese gusto, y reserva una habitación en un hotel y busca los tíos porfa.

Un fin de semana Juan me dijo que íbamos a pasarlo a un hotel de Málaga, decidí proponerle un juego, yo sería su esclava y puta durante todo el fin de semana y podría hacer conmigo lo que quisiera y yo obedecería encantada y él aceptó.

Cuando llegó la noche me ordenó que me vistiera como una verdadera puta que íbamos a salir, yo fui rápidamente a la habitación y me puse un top que malamente tapaba mis pechos una mini falda que dejaba ver la mitad de mis nalgas y unos zapatos de tacón alto.

Cuando salí de la habitación mi marido se quedó con la boca abierta creo que nunca me había visto tan provocativa y seguidamente me dijo que buena estaba, vamos a cenar y luego pasearemos por la avenida de la playa. Así fue y cuando estábamos paseando, pasaban hombres y se me quedaban mirando y yo les sonreía, me gustaba que me miraran todos los hombres que pasaban hasta que llegaron un grupo de 5 chicos de unos 30 a 35 años y la verdad que estaban muy bien, me piropearon y me dijeron alguna que otra guarrada entonces mi marido me dijo vete y lígatelos, convénceles de montar una orgia contigo aunque no creo que te ...

... cueste mucho.

Yo obedecí, fui, estuve tonteando con ellos, me metían mano por debajo de mi mini falda, me tocaban todo, vaya madurita caliente decían y que cuerpazo tiene. Uno de ellos ya disimuladamente me estaba dando en mi pipa y metió su dedo en mi coño, diciéndole a los otros mirar como tiene el chocho chorreando. Les dije que mi marido que me había dicho que los invitara para la habitación del hotel que si se querían venir a follarme como a una buena puta, contestaron todos que si entramos por la puerta del hotel y no paraban de tocarme por todos lados mi coño estaba más que húmedo estaba empapadito deseando tener aquellas 5 buenas pollas dentro.

Llegamos a la habitación se pusieron en círculo los 5, yo les fui preguntando sus nombres iba metiéndome sus pollas en mi boca José, Roberto, Cristóbal, Pablo y Rubén. Había dos pollas normalitas 18 cm y no muy gruesas y las otras 3 grandes como unos 21cm y más gordas, se las fui chupando uno a uno a todos mientras mi marido estaba sentado en una silla mirándonos y haciéndose una paja, hasta que uno de ellos decidió empezar a comerme el coño y mi culo Cristo yo no paraba de pedirles que me dieran polla que ya no aguantaba más mi coño tenía que tener una polla dentro ¡Follenme ya cabrones estoy caliente como una puta perra! Les gritaba yo

Me dijeron:

¡Cállate puta aquí mandamos nosotros! Oírles hablarme así me puso aún más cachonda

Seguí chupándoselas hasta que el que me estaba comiendo el coño y el culo me la metió ...