Hola que tal, quiero compartir nuestra experiencia. Somos una pareja de 35 y 30 años, Desde nuestro noviazgo hemos tenido relaciones, siempre buscábamos escaparnos para irnos a coger a algún hotel en cualquier zona de la ciudad de México o del estado. Siempre nos hemos tenido mucha confianza y platicamos abiertamente de todo. Después de casarnos comenzamos a tener muchas fantasías y las compartíamos abiertamente. Una de ellas era la de verla coger con otro, con esa fantasía en mente tuvimos muchos orgasmos, pero todo había quedado en fantasías. Después de un tiempo fantaseando con esto, se nos ocurrió una cosa. Ninguno de los dos es muy sociable y realmente no queríamos un preámbulo para esta fantasía, solo nos interesaba el sexo. Consideramos que lo mejor era contratar los servicios de un gigolo, así también podíamos elegirlo de antemano, así que me di a la tarea de buscarle algunos prospectos, le comencé a mandar los anuncios de mis candidatos, pero siempre terminábamos dejándolo para otra ocasión. Un día, pensé que si lo seguíamos alargando, nunca sucedería y entonces le pusimos una fecha específica para hacerlo y obligarnos a planearlo todo. Íbamos de regreso a la casa y le dije que era tiempo que escogiera, le di mi celular y la puse a buscar entre los anuncios que había seleccionado mientras yo manejaba. Después de ver un rato el celular, selecciono a dos candidatos y le dije que les marcara, a ella le dio algo de pena y prefirió escribirles, uno de ellos comenzó a ...
... preguntarle que como era y que le mandara fotos, lo cual nos advirtió que no era realmente un profesional, por lo cual lo descartamos. El otro si nos contestó bastante serio y por fin agendamos una cita, le pedí que me mostrara su foto y al verlos me di cuenta que había escogido a uno con una verga bastante grande, más grande que la mía y él se veía bastante atlético. Una vez que logramos la cita, no sabíamos ni que decir, ella parecía que estaba a punto de arrepentirse y yo estaba súper excitado porque por fin lo habíamos concretado. Debo de decir que yo me acosté súper excitado y ella súper nerviosa, a la mañana siguiente nos levantamos súper temprano y nos arreglamos, yo observe que ella se arregló bastante y se puso un vestido, lo cual no es muy común, pero me gustó la idea, así sería más fácil meterle mano. La cita la hicimos en un hotel cerca de nuestra casa, pero nunca habíamos entrado, por lo que decidí irnos con suficiente tiempo. Entramos al hotel y nos pusimos cómodos y nos preparamos, ya para este punto, estábamos muy nerviosos y excitados a la vez, o por lo menos yo, en realidad casi no hablábamos, solo le preguntaba que si estaba lista y ella súper nerviosa me decía que no. En este punto del relato tengo que decir que ella no había tenido sexo con otra persona mas que conmigo y eso le agregaba aún más morbo a la situación. Estábamos esperando y de un momento a otro, tocaron la puerta del hotel y los dos saltamos, yo fui a abrirla y para nuestra sorpresa era un ...