-
El profe de frances y sus colegas
Fecha: 29/01/2018, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: SexoSinTabues
... cuenta que un par de gruesos dedos recogía el semen que brotaba desde mi interior y lo volvia a introducir en mi recto. Trate de incorporarme para saber que pasaba pero mi profe de artes plásticas sujetándome la cabeza de lado contra su pecho me dijo. " shhhh. shhhh . déjese llevar y confíe en mi, lo va a pasar rico; a la vez que cerraba mis ojos con sendos besos sobre los párpados. Senti como el catre se hundía bajo el peso de una tercera persona y una gigantesca anaconda de carne pugnaba por entrar en mi recto. Mi amante separo aun mas mis nalgas logrando que mi sensible anito se estirase hasta casi hacerme doler, mientras sentía que jugosos y eróticos peditos abandonaban mi cuerpo. En ese momento una ráfaga de dolor estalló en mi esfínter y sentí que mi cuerpo y mi alma se partían en dos. Por reflejo abrí mi boca y mis ojos y logre ver que a cada lado de mi hombros habían dos brazotes peludos. Era el profe de francés quien aprovechando mi pose, mi obligada dilatación por la reciente culeada, el semen de mi amante y la forzada apertura de mis nalgas, entraba dentro de mi haciéndome sentir que no era una verga sino una barra de hierro al rojo la que perforaba mis intestinos. Yo trate de gritar pero era tanto el dolor que de mi garganta no salio ningún sonido. Sólo acezaba despacito como un caballo agitado de tanto correr y, aprovechando ese casi total silencio escuche como un prrrttttttt salía de entre mis piernitas. El lacerante dolor solo se detuvo en parte cuando una vez ...
... habiendo tocado fondo, la monstruosa verga de mi casi violador salía desde dentro mio. Vanas ilusiones. Al segundo, el ariete de carne volvió a enterrarse dentro de mi exhausto cuerpito, repitiéndose el sonido como de desgarro mientras se apropiaba de las calidas paredes de mi recto. Esa sensación de doloroso ardor se fue aplacando poco a poco, transformándose no en placer pero si en algo muy cercano a ello. Duro hasta que volvió a repetirse el martirio cuando una estocada muy profunda y que la sentí hasta el diafragma, presagiaba una acabada proporcional al tamaño del pene que me martirizaba. Fueron 9 o 10 espasmos del piston de carne. Pense para mis adentros - al fin terminara esta deliciosa tortura. Ya se saco las ganas de culearme y me dejara tranquilo para tratar de gozar nuevamente a mi adorado profe de Artes plásticas pues increíblemente mi pene se había vuelto a poner en pie de guerra y, para que decir el del profe. Lo sentía listo para la acción. No me percate cuando el profe de francés salio de la habitación, dejándonos a ambos discretamente para que volviésemos a hacer el amor. Esta vez mi amante me puso de perrito y agarrándome las caderas como si fuesen manillas, me culeo a todo vapor tratándome de hacerme sentir y gozar nuevamente. Inconcientemente compare ambas vergas y no obstante que había quedado delicado por dentro, el profe de Artes plásticas se esmeró en hacer un buen papel de macho alfa. Me puso una cacha bien rica. Esta vez sin tantas demostraciones de ...