1. Cuando sobrino y tía explotan


    Fecha: 26/01/2018, Categorías: Incesto Autor: ynotmorela, Fuente: CuentoRelatos

    ... cabeza no se la sacas, y además que es directa para todo.
    
    TR: iré a ponerme algo más cómodo, tú lávate porque te voy a dejar seco.
    
    Ella se fue a su cuarto, confiaba en que no se daría cuenta de la tanga que había bañado en mi intensidad unos minutos antes; las palabras de ella fueron suficiente motivo para volverme a provocar una erección. Me metí al baño y opté por lavarme de la cintura hacía abajo.
    
    En cuanto salí del baño ella estaba allí, bajo el arco que conecta el comedor con la sala, traía un baby doll negro, con la parte trasera separada, y un liguero que no tapaba su hermosa y recién depilada ingle. De verla me sorprendí, no creía que de verdad tuviera a mi fantasía erótica más grande frente a mi dispuesta a ser mía.
    
    Se volteó y le vi sus nalgas paradas, a pesar de los años y los embarazos las mantenía muy bien formadas, botaban con cada paso que daba; con su dedo índice me dijo que la acompañara a la sala.
    
    Se sentó en el sillón y se echó hacia atrás, abriendo las piernas y sacando el pecho.
    
    TR: ¿Desde cuándo que esperabas verme así?
    
    Yo: no sabría decirle exactamente
    
    TR: ven y tócame, eso siempre lo has querido, ¿no?
    
    Me acerqué a ella y rápidamente, como movimiento de serpiente, se hizo hacía el frente y con su mano me tomó de mi pene, lo agarró y lo apretó y no lo soltó, me veía con cara de lujuria diciendo "de esta no te salvas".
    
    Me bajó el short y deslizándose sobre sus muslos se bajó del sillón y quedó hincada en el piso, vio mi falo ...
    ... con lujuria...
    
    TR: La última vez que lo besé estaba pequeñito, estabas de meses...
    
    No sabía que decir y después, me devoró. Sentí su lengua rodear mi glande y sus manos jugar con mis huevos como si fueran de esas bolas de metal para controlar los nervios.
    
    Yo la veía hacía abajo, y ella no me despegaba la mirada, se saca mi pene de ella y me masturbaba con una sonrisa de oreja a oreja.
    
    TR: ¿Crees que no sabía lo que hacías con mi lencería, creíste que me ibas hacer tonta?
    
    En cuanto escuché eso me quedé petrificado, pero ella siguió...
    
    TR: Si nunca dije nada es porque me excita sentirme deseada por alguien más joven, y no tienes ni idea lo que me prende que hayas sido tú... MI FAVORITO
    
    Dicho eso se volvió a meter mi pene en su boca y succionaba con fuerza, yo pegaba uno que otro jadeo porque la verdad me encantaba la forma de mamar de mi tía. Todos esos años de experiencia con su marido los estaba dejando en mi.
    
    Se levantó y me recorrió el cuerpo a besos hasta besarnos apasionadamente, me mordía los labios, me chupaba el cuello y también me mordía las orejas mientras me masturbaba, y en su cara aún seguía esa cara de felicidad demoniaca, y hasta entonces entendí lo que quería, sexo salvaje.
    
    Por unos momentos estuve sin hacer nada, me perdí dentro de mis pensamientos esperando que saliera de mi un personaje malévolo, abrí los ojos y la frente a mí nunca le sonreí de la misma forma.
    
    Con una mano le tomé la suya con la que me la jalaba y con la otra ...