La chica del camping
Fecha: 23/01/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Lesbianas
Autor: aboixbcs, Fuente: xHamster
... yema de un dedo. Y, aprovechando mis propios fluidos vaginales, comenzó a lubricarlo y estimularlo dibujando círculos a su alrededor. Podría correrme en esa posición…La excitación me relajó el esfínter y Eva me metió el dedo hasta el fondo. Mi reacción fue la de morder apasionadamente la ingle de mi hermana y, a continuación, volver a lamerle el coño como una posesa.Estaba tan cachonda que, en ese momento, cambié de postura y crucé mis piernas con las de mi hermana para encajarnos y hacer la tijera. Y también empecé a comerle la boca a Eva con frenesí. Luego, pasados unos sabrosos e interminables segundos, Eva pasó una de sus piernas por encima de mí y me puso el coño unos dos dedos por encima de la cara.Encontré en el culo de Eva un interesante punto de apoyo sobre el que hacer fuerza cada vez que quería apretarme más contra mi hermana y, obviamente, no podía evitar que mi cabeza se despegara del colchón para comerme esa perla empapada que tenía sobre mí. Pero, lo que no me esperaba, fue sentir la boca de mi amiga dándome bocaditos alrededor del ombligo y bajando poco a poco hacia nuestros sexos en fricción.No lo pude evitar y, conforme sentí su lengua colarse entre nuestros clítoris, empecé a correrme. Ahogué mis gemidos contra el coño de Eva, metiendo incluso la nariz por su boca vaginal y chupándole con fuerza el clítoris, víctima de un orgasmo descomunal. Me aferraba fuertemente a su culo con las dos manos mientras que empujaba con tanta fuerza contra mi hermana que, ...
... entre la excitación y el clímax, temía que fuera capaz de tirarla de la cama. Hasta que por fin separé la cara del sexo de Eva y suspiré tan satisfecha que caí rendida sobre el colchón a la par que empezaba a relajar todos los músculos de mi cuerpo.Eva ocupó mi lugar con respecto a mi hermana y ambas comenzaron a follar de nuevo con la intención de culminar la faena por todo lo alto. Follaban con todo el cuerpo, incluso en los ojos se les veía como se devoraban. Me acomodé en un claro de la cama, de cara a mi hermana y a la espalda de Eva, para verlas gozar y no pude evitar empezar a masturbarme de nuevo.Tras algo más de un par de minutos dándose estopa, vi cómo la cara de mi hermana pasaba de expresar el placer con todos los gestos imaginables a anunciar la inminente llegada de su orgasmo. Aunque los gemidos finales de Eva llegaron antes que los de Inés. Sin dejar de moverse, Eva empezó a correrse y, al poco, lo hizo mi hermana. Ni siquiera en ese momento dejaron de mirarse a los ojos. Como si hubiera entre ellas una conexión especial que yo no era capaz de deducir pero que, sin lugar a dudas, mostraba evidentes signos de complicidad en el tono de su mirada. Y así estuvieron hasta que comenzaron a detener el ritmo paulatinamente y ambas cayeron, como yo, rendidas sobre el colchón.Nos repusimos y terminamos por levantarnos de la cama y volver hacia el saloncito del bungaló. Saqué unas latas de refresco de la nevera y Eva encendió cigarros para todas. Mi hermana, que había ido al ...