1. El enojo de papá


    Fecha: 28/05/2021, Categorías: Incesto Tus Relatos Autor: alexander107, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X

    Como ya relate anteriormente, mi relación con mi madre es muy especial y única dentro de mi familia, siempre nos dijeron que somos iguales en carácter, y de hecho con ella formamos un vínculo que no era conocido por nadie más, ni siquiera por mi padre, ya que cuando estábamos frente a cualquiera era una relación típica madre e hijo, pero cuando estábamos solos nos dejábamos ser, mi madre se liberaba de la pasión reprimida e insatisfacción junto a mi padre, en nuestra relación de confianza era normal que nos veamos desnudos, que nos bañemos juntos cuando podiamos, la única regla de oro, era que nunca debía decirle a mi padre o que nadie supiera nada. Esta relación se inició mucho antes de mi adolescencia y por pudor y recato de ella se apagó bastante cuando fui creciendo, como es normal de pequeño mi madre era quien me bañaba, yo entraba inocentemente a su habitación mientras ella se cambiaba, lo cotidiano. 
    Mi madre además de ser desvalorizada y descuidada por mi padre, en ocasiones fue maltratada, cuando yo la encontraba triste o llorando la abrazaba y trataba de levantarle el ánimo quedándome con ella, esto produjo la unión tan fuerte que tuvimos, con el correr del tiempo  fui creciendo y generamos nuestros propios códigos de confianza, sumado a que la pareja ellos ellos se desgasto mi padre la cogia cada vez menos, yo lo sabia porque mi madre no tenía secretos con migo, era una rutina de sabados para mi padre esperar a que yo estuviera durmiendo para coger por cumplir ...
    ... con mi madre. 
    Ya siendo más grande empecé a aprovechar la confianza que me daba mi madre, si bien ya no nos bañaramos juntos y era menos habitual poder entrar cuando estaba cambiándose, cada vez que podía lo hacía, ella sonreía y dejaba que la pueda ver por unos minutos caminando en su habitación solo con la bombacha o intentando cubrirse solo con las manos mientras sonriente me decía que no podía entrar, pero sin regalarme, así  y terminé convenciendola o al menos eso ella me hizo parecer. Cuando no estaba mi hermana ni mi padre, yo iba a la cocina y le acariciaba la cola o la abrazaba de atrás para poder apoyarla, al principio mi madre se ponía muy incómoda y nerviosa, me quitaba, no quería que llegáramos a tanto, pero luego empezó a distenderse y a disfrutar de la atención que recibía de un hombre, aunque este fuese su hijo.
    Un sábado como tantos otros se inició una discusión entre mi madre y mi padre, entre gritos y tensión mi padre le dijo a mi hermana que suba al auto y se fueron a pasar todo el fin de semana a la casa de mi tía, yo lejos de estar asustado o nervioso, le dije a mi madre, por fin hay paz y tranquilidad, y continúe  diciendole que no se preocupe y que disfrute de no aguantarlo, ella me respondió que yo tenía razón. La situación era óptima y perfecta para mi, ya desde hacía un tiempo había logrado que mi madre confiara y se desinhiba con migo, volviendo a tener ese lazo de confianza, hacia  mucho no teníamos la oportunidad de pasar tiempo solos… mi madre ...
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