los dias de sofá
Fecha: 21/01/2018,
Categorías:
Incesto
Autor: daldieb1818, Fuente: SexoSinTabues
... blanca, con la punta ligeramente rosada muy venosa, brillante en la punta por el líquido seminal que manaba de ella, lo estuve pajeando un rato, bajando y subiendo mi mano lentamente, el no abría los ojos, solo estaba allí dejándose hacer. Baje mi cabeza y metí su polla en mi boca, Richard dio un gruñido gutural, sentí vibrar su polla, me lo folle con la boca, tragando como pude todo ese rico falo, digo, me han chupado la polla, pero esta era la primera vez que chupaba una, no sé si soy bueno, pero si los gemidos de Richard me decían algo lo estaba haciendo muy bien. Coloco sus manos en mi nuca y mi frente, no guiándome, sino acariciándome, eso me gusto y aumente la succión, se vino en mi boca dando un grito gutural como el de un animal moribundo, me trague lo que pude, fue asqueroso, sabia salado y dulce, y dejo una sensación sedosa en mi boca. Lo ame. cuando me retire abrió los ojos, me dio una mirada intensa sus ojos azul brillante perforándome, coloco ambas manos en mi cuello, se acercó y me beso, intenso, apasionado, hambriento, su cálida lengua experta estaba violando mi boca, como tratando de saborearse en mi lengua, cuando me separe por aire, bajo se cabeza a mi polla, su cálida y húmeda boca saco el cerebro fuera de mí, nunca me habían chupado la ...
... polla de esa manera, se arrodillo frente a mí, paso una de mi piernas por sobre sus hombros y me levanto, escupió uno de sus dedos y masajeo mi culo mientras succionaba mi cerebro por la polla, no fui silencioso estaba perdido en la sensación de su aterciopelada lengua cuando introdujo su dedo en mi culo, grite, extasiado, de placer encontró un unto en mi culo que hizo que mi polla palpitara como loca, estaba gimiendo, mierda, nunca había gemido así en mi vida, toco ese punto dos veces más y me vine en su boca como jamás lo había hecho en toda mi maldita vida. Quede echo un fideo mojado, Richard siguió lamiendo mi polla, limpiando los restos de mi corrida, bajo mis piernas y se sentó junto a mí de nuevo, con su mano en mi rodilla, hasta que recobre el aliento. -El viernes hare una fiesta en mi casa- me dijo – Matías quieres celebrar el fin del curso en la universidad, serán muchos chicos y me gustaría tener a un amigo de mi edad para no sentirme fuera de lugar- me dijo sin mirarme. -claro- le dije –otro anciano entre un montón de ¿críos inmaduros?- Solo me sonrió y yo hice lo mismo. -Si quieres incluso podemos ir a otro sitio cuando la fiesta se desmadre. Para hablar y eso- agrego apretando mi rodilla. -seguro- le dije- ya quiero que sea viernes. Y lo hacia