Drogando a mi ex, su hermana menor y su mamá para cogerlas. - Relatos Eróticos

Drogando a mi ex, su hermana menor y su mamá para cogerlas.

... una madura como la de su mamá o una que ya había usado muchas veces como la de Dani a la de ella, que tal vez estaba nueva o con muy pocos usos, por que se sentía más cerradita su entrada vaginal cuando intentaba meter mi lengua, besaba sus piernotas que tiene, le apretaba sus pequeñas tetas, lamía de nuevo su clítoris y toda su colita, me levante llenó de los fluidos de madre e hijas, desnudas las veía, no podía de dejar de verlas así frente a mi a las 3 abiertas de piernas, indefensas a que me las cogiera varias veces, necesitaba ahora lamerles el ano a las 3, así que las giré y las puse al filo de la cama para que sus piernas cayeran por la orilla de la cama y sus cuerpos quedaran encima de esta, las 3 con las nalgas hacia mi, bella imagen, besaba sus nalgas y les daba una fuerte nalgada, eran mías y eso nadie lo iba a lograr, tenerlas a las 3 a su disposición para cogerlas, de hecho no creo que nadie aunque fuera en diferentes días, pudiera presumir haberse cogido a las 3, comencé con el ano de Daniela, ya lo conocía pero se me antojaba igual, sus nalgotas me quedaban en los ...

... cachetes mientras disfrutaba de su culo, lo lubrique un buen rato con lamidas y le empecé a meter un dedo, durísimo para que entrara, pero riquísimo ya adentro, que buena estaba Daniela.
Me cambié de culo al de su hermana, limpio, bien cerradito pero olía hermoso, con ella dure más lamiendo, era adictivo ese ano, cada lamida sabía mejor, obvio quería sentir mi dedo dentro de ella, pero espere para ahora mamarselo a su mamá, así que cambié a Daniela de lugar para que ahora quedaran Karla y la señora al lado, comencé a lamérselo, otro sabor exquisito, otro ano que se queda en mi mente para siempre, les hice unas buenas tomas en esos culos de cerca, ya lamida y lubricadas ambas, ahora si, una mano para cada una, un dedo para cada ano, los 2 apretados pero aflojando poco a poco, entre primero en la mamá, calientito, y un minuto después entre en el ano de Karla, viéndolas ahí con mis dedos dentro de sus nalgas, sintiendo eso, supe que era un momento único e irrepetible que debía disfrutar.
Aquí la dejo, continuo la historia en estos días para que no se les haga tan pesada. Aún falta lo mejor.