NUESTRA MAYOR PERVERSIÓN ES UN SECRETO (Parte 1)
Fecha: 16/01/2018,
Categorías:
Lesbianas
Autor: gonzo00, Fuente: RelatosEróticos
Era la hora de descargar mis lechosos pechos de ex preñada, mis senos estaban llenos de leche, y como no estarlo si hace poco había dejado la barriga, cargar con los pechos llenos a todos lados me pesaba y con el calor que hacía en Montecarlo me hacían fatigar y me producían mucho bochorno, el calor excesivo hacia que mis pechos rebosantes por el escote se pusieran a sudar y tenía que andármelos limpiando por encima del escote mientras andaba caminando, con todo eso, ya quería yo sacarme la leche lo más antes posible, y hasta miraba a los que pasaban a lado mío por la calle con ganas de que agarraran una de mis tetas y se pusieran a mamar toda la leche que llevaba cargando para que así aliviaran un poco mi carga.
Pero ya había llegado al fin a casa, y después de aflojar la cremallera de mi espalda dejaba que mi vestido resbalase por los costados de mi cuerpo, deslizándose encima de mis redondos y maduros pechos hasta que cayera de mi dorso como una sábana que rozaba a su paso mis prominentes caderas, luego mis muslos y finalmente por completo caía hasta mis pies; en seguida me deshacía de mi hilo dental, metiendo los dedos por los lados y deslizándolo por los costados de mis caderas, sintiendo como salía de entre mis nalgas y rozaba justo en medio, viendo como los pelos de mi vagina asomaban libres después de haber estado aprisionados por esa mi prenda íntima que a decir verdad me fastidiaba ponérmela todas las mañanas después del baño, pero que era necesario llevarla ...
... puesta, sobre todo para que contenga todos esos flujos que se sueltan en cualquier momento mientras una roza su entrepierna y siente ese cosquilleo entre los labios vaginales. El caso es que al llegar a casa me deshacía del hilo dental, y luego del sostén que contenía mis sobrecargados pechos; apenas liberaba mis tetas y se venían hacía adelante y hacía abajo con todo su peso. Miraba mis pezones desde arriba y me daba un poco de tristeza verlos con que fuerza se iban hacia abajo con tanto peso.
Y a pesar de eso pensaba que mis pechos ya maduros pero firmes aún eran excitantes, entonces me los empezaba a tocar; consideraba que si me iba a sacar la leche con las manos lo iba a hacer de tal manera que iba a disfrutarlo. Encontraba especial placer al tomar mis tetas por los costados aprisionando por arriba con mi dedo pulgar y por debajo con el resto de mis dedos, de tal modo que recogía mis tetas desde abajo y las amasaba hacia arriba, haciendo que mis pezones despuntaran. Y de inmediato salían las primeras gotas de leche, por encima de mis dedos comenzaba a gotear, mis pezones y aún mis aureolas sobresalían hacia afuera y gota tras gota caían pesadamente sobre mis dedos y sobre la parte de abajo de mis pechos; mi abdomen comenzaba a mojarse de mi leche y eso me excitaba, con mis manos ajustaba mis senos hacia adelante como si exprimiera dos toronjas jugosas, más leche empezaba a salir con fuerza, algunos finos chorros de leche saltaban esporádicamente, la abundante leche que ...