Mi nueva vecina Milf (Parte 4): La perfecta medicina
Fecha: 08/01/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: Alexander0022, Fuente: CuentoRelatos
Transcurría el mes de abril del año pasado, a esta altura del año ya se pueden empezar a sentir los primeros frescos de otoño, que para los que vivimos en el norte argentino, no son muy comunes hasta ya entrado los meses de mayo y junio, sumado a las constantes lluvias que se habían presentado en esos días.
Habíamos planeado con mi madre y mi hermana un pequeño viaje de fin de semana a la vecina provincia de Corrientes (Corrientes, Argentina). Nos gusta mucho escaparnos en familia a disfrutar de la belleza de esta hermana provincia del norte. Pero, como suele ocurrir, lo que se planea no sale como lo esperado. El día anterior al viaje, caí enfermo con gripe y fiebre. No lo podía creer, ya en el trabajo me había sentido decaído, pero no le di importancia. El descuido trajo sus consecuencias.
Mi madre y mi hermana viendo la situación, propusieron en suspender el viaje hasta que yo me recuperara, lo cual no me pareció muy justo, ellas estaban emocionadas por viajar y yo, venía con mi mala suerte a arruinarlo, razón por la cual insistí en que fueran de igual manera las dos, ya teníamos alquilado el hospedaje y no valía la pena desaprovechar la oportunidad. Al final, entendieron mis argumentos y decidieron viajar juntas.
Llegó el viernes, día del viaje. No pude despedirme puesto que salieron antes que yo volviera del trabajo. Toda la mañana me había sentido pésimo, pero no quise faltar a mis tareas. Al llegar a casa, ya más tranquilo, me puse a revisar mis últimos ...
... mensajes de whatsapp, entre ellos los de Ana, preguntando si estaba todo bien, puesto que había ido a verla a mi madre, pero no había nadie en casa. Le explique lo del viaje y de mi mala suerte por no poder ir con ellas.
Ana me preguntó si mi novia iría a cuidarme por la tarde, y que, si no iba, que le avisara. Ella se encargaría de mí. Mi cabeza empezó a volar, si ya venía caliente de la fiebre, esta mujer logró hervirme más las venas. La idea de tenerla en casa, haciéndome de enfermera, me puso loco. Me duche y me dormí la siesta con esa calentura y, con el efecto de los remedios que estaba tomando, para recuperarme lo más pronto posible. Quería aprovechar al máximo ese fin de semana solo.
Desperté a las 18 hs., momento en el cual tenía que volver a tomar la medicación. Escucho la lluvia intensa afuera. Rápidamente tomé mi teléfono. Tenía un mensaje de mi novia, que me decía que no podría ir a casa por ese motivo. Quizá fue más la felicidad en ese momento que la frustración. ¡já! ¡já!.- Ni un instante me retrase en mandarle un mensaje a Ana. Me dijo que se daría un baño y se cruzaría a casa. Que esté atento para que ningún vecino pudiera vernos.
Esperé acostado hasta que recibí el mensaje de Ana, salí a abrir el portón rápidamente. Ella entró a casa sin decirme nada, puesto que llovía fuerte. Llaveé el portón de nuevo y entré.
-¡Hola bomboncito! -Me dijo. Dándome un beso intenso. A esta altura ya nos tratábamos de casi pareja. De buenos amantes. Le seguí la corriente, ...