Diario de mi sumisa D
Fecha: 03/01/2018,
Categorías:
Sexo en Grupo
Autor: pablodf1977, Fuente: CuentoRelatos
... completamente a sus pies, ahora si ya era definitivo, estaba ahí con él, a sus órdenes y deseos, en segundos que se me hicieron eternos, escuche el sonido y no reconocí en ese momento si era de un celular o de otro aparato, mi cabeza reacciono y me di cuenta que me estaba fotografiando y sentí como algo escurría en mi vagina, al ingresar a la habitación me pidió que pusiera todo lo que me había pedido en la cama, y sin titubear lo hice, aún estaba supongo que en shock, no alcanzaba a comprender que me hubiese atrevido a hacer eso, después vio todo y me dijo:
—bien, ¿traes los zapatos?
—si.
—póntelos.
Saqué los tacones y me senté en un pequeño sillón a ponérmelos, me sorprendí al ver mis manos temblorosas e incontrolables, fue ahí cuando los nervios me invadieron por completo y me era imposible poder atarlos, mi amo al darse cuenta de ello, se acercó y me jalo del cabello y dijo:
—no va a pasar nada que tu no quieras.
Y en automático me tranquilice un poco, por fin termine de ponérmelos y me levante, posterior a eso me pidió que me fuera al rincón en la puerta y que me desnudara, muriéndome de pena porque desconocía si mi cuerpo le iba a agradar y porque nunca antes me había desnudado así ante la mirada de nadie, me dirigí a la puerta y obedecí, al terminar de hacerlo me llamo y me pidió que me pusiera en 4, y así lo hice, y a cada palabra que él decía mi vagina se humedecía, el temor ya había casi desaparecido, se empezaba a convertir en excitación, y ...
... placer, y al encontrarme en 4 mi amo se acercó y me puso la cadena y sentí una descarga de nervios y deseo al mismo tiempo, cuando la puso se levantó y dio un tirón de la cadena al que mi cuerpo siguió en automático.
Ahora entendía que era su perra y que él era mi amo y que yo solo tenía que obedecerlo, después de unas cuantas vueltas por el pequeño pasillo de la habitación, mi amo se sentó en el sillón y me dijo:
—ahora me vas a mamar la verga.
Y yo a veces solo lo miraba y no respondía, no tenía palabras para hacerlo, paso la cadena por debajo de mis senos y la tomo por detrás de mi vagina, al tiempo que me ponía una pinza en cada pezón, y mientras yo se la mamaba, mi amo movía la cadena, y jalaba ligeramente las pinzas; posteriormente me levanto y me puso en sus piernas a modo de que yo quedara disponible para que me nalgueara, y así lo hizo, a cada nalgada que él me daba, me humedecía y sentía ardor, vergüenza, placer y excitación, cuando termino, me puso en 4 y se sentó en mi espalda y dijo:
—es hora de taparte el hocico.
El sentirlo encima de mí de esa forma fue algo que me encanto, me tapo la boca y me levanto, me puso en la orilla de la cama y coloco en mis tobillos y muñecas unas como muñequeras, y me amarro las manos atrás, después abrió mis piernas, tomo la cuerda que llevaba y comenzó a atármelas una a una a modo de que no pudiera cerrarlas, fue ahí cuando quede completamente inmóvil a su merced, el tiempo seguía transcurriendo y de repente sentí como ...