Fin de semana apoteosico
Fecha: 02/01/2018,
Categorías:
Sexo con Maduras
Autor: lujuria69, Fuente: xHamster
... y el mío. Con cualquier cosa de ropa me monté en el coche y partí para su casa. No utilicé taxi porque en sus extensos jardines sobra aparcamiento.Después de aparcar me quité la ropa y me acerqué a la puerta de entrada totalmente desnuda salvo por mis zapatos de alto tacón como ella quiere que llame a su puerta siempre. Todo ello, claro, al amparo de las tapias de 4 m de altura que rodean su mansión. Sabía que me estaría observando por el circuito cerrado de vigilancia, pero no salió a abrirme ella. Como siempre, me recibió su mayordomo, quien siguió el familiar protocolo: Me enganchó una cadena al collar, me trabó las pulseras de acero a la espalda, me unió los aros de los pechos con una pesada cadena y colgó una plomada de inclemente lastre del aro, más bien argolla, de mi clítoris. Me llevó a presencia del Ama tomada de la cadena del cuello.Cuando llegué ante ella me arrodillé sumisamente esperando sus órdenes. No hubo ningún saludo ni orden. Me inspeccionó cuidadosamente percibiendo de inmediato al abuso de mis agujeros.- Zorra pervertida. ¿Gastando mi propiedad, eh?- Ama, no he tenido otro remedio, bien sabes que mi marido no gana suficiente dinero para nuestro estilo de vida.- Si, estilo de vida de puta y mala madre que emplea el tiempo que debería dedicara sus hijos en conseguir orgasmos. Incluso en avanzado estado de embarazo. Cuando seas del todo mía sabrás comportarte.- Si Ama, perdoname.- Vamos a lo que viniste. Después te castigaré.El Ama me desenganchó la cadena ...
... del collar y me la colocó en el anillo del clítoris. Me colocó a cuatro patas sobre el cojín de perra con el culo levantado y ordenó a su mayordomo traer a Fres, el perro más pequeño, mientras ella personalmente me lubricaba los dos agujeros.Poco tardó en llegar Fres a quien me hizo mamar el considerable pene mientras ella me estimulaba con al lengua dentro de mi boca, amasando mis pechos, toquiteando mi clítoris y metiendo sus dedos en mis agujeros, cosa fácil habida cuenta de su distensión.Tras un buen rato de jugueteo, cuando el perro ya estaba al límite, Ama condujo la polla del perro a mi vagina, la dejó penetrar totalmente dándole libertad absoluta y colocó su preciosa raja ante mi boca para que se la comiese mientras el chucho disponía de mi a su antojo. Ella entretanto tironeaba de la cadena de mi clítoris y de la de los pezones. Ante la insoportable m*****ia que me producía el pene del perro en mi más que lastimada vagina, el Ama tiraba más y más fuerte de las cadenas con ánimo de que ese dolor superase el de mi agujero. Lo consiguió y me olvidé del perro, quien me inundó completamente de semen mientras yo obtenía un prolongado orgasmo producto de la sensación cálida en mi interior y del dolor de los pezones y del clítoris.Pese a que el a****l había introducido su bulbo en mi intimidad no tardó en poder desprenderse de mi debido a la tremenda holgura de mi coño.Después de atender a Fres, le tocó el turno a Fras, este mucho más grande y de un pene siempre temible para ...