1. La Soledad de los LLanos (Capitulo 14 y Final)


    Fecha: 02/01/2018, Categorías: Grandes Relatos, Autor: Carlos Nagasaki, Fuente: CuentoRelatos

    ... Dios mío!-
    
    Al terminar esta frase, las luces de los vehículos enemigos se perdieron entre la obscuridad. Habían tomado por rumbos distintos. Los habían perdido.
    
    -¡no lo puedo creer, nos salvamos!- mencionó Salome.
    
    -no cabe duda que a ti si te escucha Dios- comentó El Gato mientras suspiraba profundamente.
    
    ***
    
    ElFord Modelo-T presentaba malas condiciones. Había sido alcanzado por muchos impactos de bala. Además, fue muy golpeado durante el escape y la conducción ciega en la obscuridad.
    
    -¡párate aquí!- ordenó el Gato.
    
    -¿estás loco?- contestó Luis.
    
    -no, hazme caso yo conozco estos terrenos- insistió Rafael.
    
    -yo también, ¿a dónde quieres ir?- cuestionó el conductor.
    
    -debemos tomar el paso del Brasil para llegar a San Felipe- sugirió el herido pistolero.
    
    -no es mala idea- consideró el muchacho.
    
    Luis detuvo el vehículo. Los tres fugitivos se bajaron y emprendieron el camino a pie. Traspasaron la llanura desértica a media noche mientras la luz de la luna los guiaba. Finalmente se perdieron de aquella zona de guerra.
    
    ***
    
    En esos momentosEl Ejercito mexicano se presentó en las “ruinas” delRincón del Ébano. De la mano delSargento Mario Santiago apresaron a más de 50 hombres que sin oponer resistencia se entregaron. Los militares inspeccionaron el lugar y encontraron a 13 cuerpos sin vida. Entre ellos, el Capataz Don Pedro Ibarra.
    
    Consuelo Treviño ingresó escoltada por 4 soldados. Lamentó profundamente la pérdida de Don Pedro. Sin embargo, ...
    ... su mayor angustia era Ramón y Luis. Su esperanza nunca decayó ya que ninguno de los cuerpos pertenecía a sus hijos. Continuó caminando entre los escombros y se adentró en su casa destruida. Afuera, los militares hincaron y esposaron a los mercenarios que tomaron parte de aquella masacre.
    
    ***
    
    La familia de Don Pedro estaba en el pueblo. No sabían de la amarga noticia. Pero un par de horas después, Doña Consuelo se encargaría de brindar la incómoda información. De pronto un soldado capturó a un joven de 19 o 20 años. Los ojos de Doña Consuelo se llenaron de felicidad al ver a su hijo Ramón sano y salvo. Este se había escondido en el armario de las municiones. Dicho lugar era de difícil acceso. Se encontraba en la parte trasera de las escaleras, pero a simple vista no se observaba con facilidad.
    
    -¡Es mi hijo!- exclamó Doña Consuelo.
    
    El soldado liberó instantáneamente al joven. Ramón se dirigió corriendo a su madre. Se abrazaron y lloraron amargamente por la tragedia sucedida. El Sargento ordenó inventariar y decomisar todo el armamento deLa Cordada.Esperaba una orden federal para poner tras las rejas a todos los integrantes de este grupo criminal. La Policía Rural también fue detenida para ser investigada minuciosamente.
    
    Doña Consuelo aún tenía la esperanza de que Luis estuviera con vida. Sin embargo, le aterraba saber que había escapado conEl Gato. Consuelito y Juanito se quedaron enLos Ébanos con unos parientes mientras la Señora de la Hacienda trataba de limpiar ...
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