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Esther y el mulato
Fecha: 05/07/2017, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... veces la polla de mi marido y más grande que la de Alim. Es preciosa. Por favor fóllame ya. Quiero sentirla dentro de mí. Quiero sentirla moverse dentro de mí. El mulato le dijo. Esta polla te va a follar hasta que revientes de gusto. Después de tenerla dentro no vas a querer otra polla que no sea la mía. Voy a hacer que te corras como nunca te has corrido en tu vida. Hoy te voy a enseñar como follamos los cubanos. Cómo nos follamos a nuestras mujeres. Ella no podía más y como suplicándole le dijo. Por favor fóllame ya. No puedo más. Pero no me hagas daño. Nunca tuve dentro de mí una polla tan grande como la tuya y eso que me han follado de todas clases. Necesito sentirla pero no me hagas daño. El mulato colocó la punta de su polla en la entrada del coño y empezó lentamente a meterla dentro. Primero la cabeza. La sacaba y volvía a meterla un poco más. La volvía a sacar y la metía un poco más. De esta forma entrando y saliendo al cabo de unos minutos mi mujer tuvo toda la polla dentro. Estaba claro que el mulato sabía cómo meter su polla en un coño como el de mi mujer totalmente chorreando. Con esos movimientos lograba que mi mujer se fuese dilatando y aceptando dentro de ella el pollón del mulato. Entonces empezó a bombearla. Primero despacio hasta que el ritmo fue frenético. Mi mujer acompañaba las embestidas moviendo las caderas al ritmo que marcaba el mulato. Gemía, gritaba, lloraba, resoplaba, se acariciaba los pechos y no paraba de decir. Dios mío Siii, siii. Sigue ...
... por lo que más quieras en el mundo sigue follándome no pares. La siento dentro de mí la siento toda dentro de mí. De repente abrió los ojos. Se agarró con las manos a la mesa y dando un grito estalló dentro de ella otra corrida formidable. Su cuerpo se arqueaba. Empezó a temblar desde los pies hasta la cabeza y entre gritos llanto y gemidos decía. Dios me estoy corriendo. Me estoy corriendo y no para no para. Mientras tanto el mulato seguía follándosela sin disminuir el ritmo de meter y sacar ni la fuerza de las embestidas. Mi mujer estaba teniendo el orgasmo más largo y salvaje de toda su vida. Creo que nadie había logrado llevarla hasta donde el mulato la estaba llevando. Estuvo corriéndose sin parar como cinco minutos y en cada embestida se oía un chapoteo producto de los flujos que salían a borbotones de dentro de mi mujer. El mulato estuvo follándosela sin cambiar de postura durante 30 minutos durante los cuales llegué a perder la cuenta de las veces que llegó a correrse mi mujer. Estaba como loca. A cada orgasmo que tenía le suplicaba al mulato. Dame otro por favor dame otro. Necesito otro más. Sigue follándome. Por favor no pares. Pasados esos 30 minutos el mulato muy lentamente la fue sacando la polla de dentro de mi mujer y cuando la tuvo toda fuera le bajó las piernas de los respaldos de las sillas y la agarró otra vez por los pezones y tirando de ellos la obligó a ponerse de pie. Sin soltarlos se sentó y volviendo a tirar de ellos colocó a mi mujer con las piernas ...