Fecha: 16/06/2017,
Categorías:
Sexo con MadurasTabú
Autor: marcelalita, Fuente: xHamster
El engaño.La vi por primera vez en la clase de gym, coincidimos en las duchas del vestuario. En el desnudo cuadrado de diez duchas, carente de toda división y a la vista del sector donde nos cambíabamos dejaba de lado toda intimidad.Un tarde coincidimos las dos solas luego de la clase de gym en las duchas, nuestros transpirados cuerpos eran una muestra del esfuerzo. El agua tibia y jabonosa se escurría por nuestros cuerpos enfrentados y a alguna sonrisa siguió una conversación.Cerramos las duchas y nos quedamos así desnudas conversando, de qué? De nada en particular, de la clase, de las compañeras de la clase, de la vida.Con el tiempo coincidimos muchas veces en clase y la rutina de la charla posterior se repetía. Una charla sin compromisos y que sólo pretendía ser pasajera.Algún café en un bar se fue sumando a esa rutina y así ambas descubrimos que éramos divorciadas, sin hijos, sin compromisos mayores más que los laborales. Ella médica yo dueña de un comercio junto a dos socias.Un lunes ante la inminencia de un largo fin de semana largo me propuso que, con un grupo de amigas, fuera a pasarlo a una casa en las afueras de Buenos Aires, con pileta de natación. Marzo nos deparaba días soleados y de buena temperatura para tomar sol.Quedamos en ir en dos autos, yo con ella, y sus amigas en forma separada.La charla en el largo viaje permitió conocernos un poco más, y como las todas mujeres pasamos a contarnos cosas privadas e íntimas. Así le dije que yo hacía nudismo y ella sólo ...
... me sonrió.Ya en su casa nos dedicamos a prepararla en espera de las amigas que faltaban, nosotras dos dormiríamos en el mismo dormitorio, de los dos que tenía la casa.La mañana se presentaba ideal para tomar sol, nos colocamos las bikinis y fuimos al borde de la pileta. Pude ver que un cerco de plantas evitaba la vista desde afuera y si bien quería al menos hacer toples, esperé ver que hacía la dueña de casa.Luego de unos minutos ella se desprendió de su bikini quedando desnuda, me miró me sonrió y la imité. Ambos cuerpos denotaban el poco uso de trajes de baño.El calor hizo necesario que nos diéramos un chapuzón en el agua y allí nos quedamos conversando. La charla iba pasando más a lo íntimo y en mi cabeza empezaron a surgir fantasías con ella, pero no sabía que haría además estábamos esperando a sus amigas.La hora del almuerzo nos sorprendió en el agua y decidimos comer unos sandwichs, así que ella se fue desnuda a la casa mientras yo me secaba al sol.Al rato volvió con una bandeja con el almuerzo que compartimos. Conforme pasaba el tiempo, su conversación, sus sonrisas y su cuerpo despertaban en mi el deseo de abrazarla y besarla, pero no sabía como reaccionaría.La tarde me dio sueño y le dije que me iría a dormir un rato, me puse un pareo y fui a la cama, ella prefirió leer un diario.En la cama mi fantasía se dibujó en mi mente, ambas desnudas en la pileta yo buscando sus manos, abrazándonos, besándonos y dejando que nuestras manos recorrieran el cuerpo de la otra hasta ...