Tigre hotel (parte 1 de 2)
Fecha: 12/12/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: dulces.placeres, Fuente: CuentoRelatos
Morena es una mujer muy inteligente, al punto de dejar su carrera de modelaje ya que odiaba que la valoren por su cuerpo antes que por su cerebro. La conocí hace unos diez años, justo cuando hacía ese click en su vida, cuando dejaba las pasarelas para abocarse de lleno a su pasión, la robótica industrial, apenas tenía veinte.
Ella siempre tuvo ideas muy progres, por lo que solo forjamos nuestro amor en la convivencia del día a día, nada de papeles, nada de formalidades.
En los casi ochos años que pasaron desde que somos pareja formal no tuvimos hijos, ella literalmente se niega por el momento a esa posibilidad, todos sus esfuerzos están concentrados en su carrera.
Morena es especial, se adivinan sus facciones de modelo a la distancia, de una altura inusual para una mujer, pasa por poco el metro noventa, delgada, muy delgada, de largos y delgado brazos, de largas y delgadas piernas, de tez blanca como la leche y cabellos largos y negros que recorren su interminable espalda hasta llegar a su cintura, tiene una cruel semejanza al personaje de Morticia de los locos Addams, aunque su sensualidad se acerca más a la de una peligrosa vampiresa.
Es ese tipo de mujer que o lo tomas o lo dejas, no hay término medio. Morena sabe sacar provecho a sus años de modelo, sabe vestirse bien, sabe maquillarse, sabe peinarse y sabe hacer todo cuanto haga falta para no pasar desapercibida, y créanme que lo logra con creces.
Hace un año ya que ocurrió esta historia, ella había ...
... ganado en su empresa un premio por su dedicación y constancia, un fin de semana todo pago en un hotel a elección para dos personas.
Hacía tiempo que no hacíamos un impase, así que tuvimos la excusa perfecta.
Elegimos Tigre Hotel, un lugar perfecto para un escape perfecto, alejado de la ciudad, del ruido y de los problemas.
Llegamos el viernes al atardecer, hicimos el check-in y nos dirigimos a la habitación para acomodar las cosas, nos bañamos y bajamos a cenar.
El lugar se mostraba lujoso, la habitación era enorme, con un led como de cincuenta pulgadas, aire frío calor, alfombrada y de una arquitectura moderna, baño con porcelanatos y bañera con hidromasajes, teníamos a disposición piscina externa e interna climatizada, canchas de tenis, de futbol, mesa de pool, masajistas y demás cosas que sería imposible numerar.
Esa primera cena fue muy íntima, no había mucha gente en el lugar, apenas un matrimonio de avanzada edad y unos tipos que seguramente estaban en algún evento de alguna empresa.
Subimos al cuarto e hicimos el amor hasta quedarnos dormidos.
Y la mañana siguiente también fue normal, desayunamos, paseamos por el parque, almorzamos, todo según lo previsto.
Por la tarde, decidimos ir a la piscina climatizada, aprovechamos que solo estábamos nosotros para pasar un poco los límites, para tocarnos bajo el agua y besarnos, Morena tenía un traje de baño de sostén bandeaux y culote en negro que se me hacía muy sexi, sonreíamos en la complicidad de nuestras ...