El gigoló - Relatos Eróticos

El gigoló

Mi nombre es Andrés, vivo con mi madre todo sucedió un día que me estaba bañando y escuché que tocaban la puerta del porche, no cesaba el ruido así que salí a abrir para ver quién era, era mamá que había ido a comprar alimentos a Soriana, como tenemos un perro empezó a inquietarse porque traía hambre, yo solo traía una toalla que cubría de mi cintura para abajo, el perro jalo una parte de la toalla y se me cayó, quedo mi pene bien erecto frente a mamá, ella solo miro por unos segundos y dijo

-tapate Andrés.

Respondí-perdón mamá, en eso entró a la casa.

Pasaron los días y veo a mamá platicando con las vecinas, solo escuche

¡no es cierto, a poco es tan grande!, mamá si en serio.

Kimberly: deberíamos pagarle porque nos coja.

Mamá: pero es mi hijo, me da pena.

Doña luz: a lo mejor a ti no te cobra.

Mama: bueno deja dijo.

Erica: si, pero será en tu casa normal, así no descuidamos a nuestros hijos.

Mamá: dejen le dijo.

Entra mamá a la casa y me habla, me dice que las vecinas me pagaran por follármelas, ¿estas segura? -Le dije

Me respondió -dijeron que sí.

Yo: ¿Esta bien cuando empezamos mamá?

Mamá: Mañana inmediatamente hijito.

Al día siguiente toca la puerta es doña Rosa 70 años, rubia, arrugada, pero muy chichona, tiene 20 años de viuda y 30 de no probar verga.

Mamá le dice que pase que es arriba, llega donde estoy, un poco sonrojada dice:

-me desnudo o solo me bajo el short.

Le respondí-desnúdese para contemplar su ...

... cuerpo.

Se empezó a desnudar, primero sus pechos de gran tamaño sorprendente, le colgaban hasta el ombligo, su abdomen aguado, cintura ancha, pezones color crema casi iguales a su tono de piel, se quitó el short estaba lleno de pelos su zona pélvica, sus labios vaginales eran rosas caídos, me quite la ropa que traía solo me quede con el bóxer que traía, doña Rosa se me quedo viendo y me dijo es enorme, se acercó y me bajo el bóxer, dijo “que gruesa es casi como un pepino, que cabezota y venosa está”, se quitó la dentadura y me la empezó a chupar se sentía fantástico como su encía rozaba con mi glande, y con su lengua sobaba el tronco de mi verga, como 10 minutos me la chupó hasta que eyacule dentro de su boca, se tragó todo mi semen.

Se acostó sobre la cama y me dijo “métemelo”, se abrió de piernas y pude observar que su vagina estaba muy abierta, pues ya había tenido 5 hijos, así que apunte mi verga a su vagina, le entró de un solo empujón, solo con meterlo empezó a gemir, empecé a meter y sacar rápido mi verga, me dijo sacármela que me duele, mi vagina ya no lubrica como antes, así que se la saque, en seguida saco una botella de lubricante de su bolso y me dijo vacíala en mi vagina, se lo vacíe, deje un poco para ponerme en mi pene, así la volví a penetrar ahora ya su vagina se sentía húmeda, empecé a penetrar más rápido ella comenzó a gritar que sentía como la curvatura de mi verga rozaba con sus paredes vaginales y como chocaba mi verga con su útero, pasaron como 15 minutos ...