Analia, se quedó sin energia - Relatos Eróticos

Analia, se quedó sin energia

Hola, soy Electricista, y hago mantenimiento a domicilio, un día suena mi móvil y una voz femenina requiere mis servicios pues explotó la caja de electricidad de su apartamento. Día muy bueno para mí, ya que estaba a solo tres calles de su apartamento y sin actividad.
Aparque el coche y soné el portero eléctrico, y su dulce voz me susurro,.   -adelante. Piso tres depto C, tocó la puerta pues no había energía eléctrica en el depto, y al instante la Señora Analia (cliente nueva) me invita a ingresar y me cuenta, cubierta con una bonita bata de toalla color rosa, que se estaba bañando y explotó, la caja y quedó sin electricidad.
Bella Analia, unos 40 años o más, media estatura cabellos negros (húmedos) y perfumados, figura más bien delgada, toda una cosita bella.
Ya dentro y con la puerta cerrada inspecciono las llaves de detrás de la puerta y las veo caídas por el cortocircuito, pregunto por el baño (allí se inició todo) y ella me lo indica, pasamos por su coqueto dormitio y al ver la única cama deduzco que vive sola.
Para entrar al baño pequeño, ella me deja solo y yo comienzo a reparar el spot de luz, miro al costado y colgada del grifo, una minúscula braguita de un tono verde subyugante poco material, muchas tiritas, y semi transparente no me resisto y la tomo.
Está seca pero no lavada en la entrepierna una manchita de flujo muy sexi, la olfateo y el aroma entre perfume y sudor es un canto a la vida, la llevo a mi boca, y se me pega un vello púbico ondulado en los ...

... labios, a todo esto bajo mi pantalón hay un revuelo terrible, como de Miles de hormigas, la cuelgo y veo un soutien del mimo tono de la braga, que me hace ver qué los pechos de Analía son medianos a grandes. Sigo y termino mi trabajo, y al salir del baño y pasar por el dormitorio, Analia, acostada en su cama me mira y pregunta si termine, su pierna derecha fuera de la cama, de la bata y de todo pudor se mostraba insinuante, subo las palancas de las llaves y todo listo.
Analia, agradecida me invita a tomar un café, yo cortes acepto, y al levantarse su bata se habré mostrando una alucinante desnudez.
En un segundo ambos absortos y ella tratando de cerrarla, pero no puede evitar mi mirada aprobadora, que me dice que Analia tiene unas tetas grandecitas y por lógica algo, no mucho caídas un vientre lógico de una mujer de su edad pero bien controlado, y una entrepierna abultada pero no tanto prolijamente depilada con poco vello, más bien claro tal vez más claros que el cabello, "restablecida", la normalidad y sin decir palabras ambos enteros a la cocina donde Analia, prepara un rico café, nos sentamos, y comenzamos la charla, me cuenta de su soledad, su soltería, y hasta me intíma que fue amante de su jefe, desde sus 19 años hasta hace poco, en que el ya viejo no la atendía debidamente en la cama, pese a que le regalará un coche, el depto, y una mensualidad, a pesar de ello me hace entender que algo le falta.
La charla va al accidente de la bata, y ella con vergüenza me dice que está ...