La chica del camping
Fecha: 04/12/2017,
Categorías:
Masturbación
Sexo en Grupo
Lesbianas
Autor: aboixbcs, Fuente: xHamster
... setenta metros entre dos cerros bastante altos. El lugar, desde luego, era mágico. Un pequeño paraíso desértico de aguas cristalinas que invitaba a la reflexión sin lugar a dudas.Me bajé del coche y me dejé invadir por la fuerza de la naturaleza. Solo necesité poner un pie sobre la arena y echar un primer vistazo a mí alrededor para ser evadirme del mundo. Una leve brisa refrescó mi cara y entonces lo supe: todo iba a salir bien. Las cosas que se habían torcido en mi vida tenían arreglo.Me apetecía tirarme al sol como un lagarto y dejar que las ideas fluyeran por mi cabeza libremente. Ni libros, ni música… Nada. Solas, la playa y yo. Así que, como no necesitaba nada, lo que hice fue prepararme allí mismo, en el coche, para no tener que ir cargando con nada.Me quité el pareo y cogí la crema protectora para echármela y, al hacerlo, decidí quitarme también el bikini. Me desnudé, me unté de protector por todo el cuerpo, dejé la bolsa preparada para cuando me marchara, cerré el coche y escondí la llave en mi “lugar habitual”. Y, por último, ...
... comencé a recorrer lentamente a pie los metros que separaban el coche de la orilla de la playa.Mientras lo hacía, sentía como la brisa acariciaba toda mi piel hasta el punto de erizarme los pezones. No acostumbro a hacer naturismo pero esa playa me dijo que tenía que quedarme desnuda. Su paz, su belleza,… No sabría explicarlo pero seguro que me entendéis si os digo que las palabras “naturaleza”, “vida” y “alma” formaron parte del argumento que la playa me dio para quitarme la ropa. Era necesario hacerlo y me apetecía, sentía la necesidad.Durante un buen rato tuve tiempo para disfrutar de la soledad y de liberar mi alma. Intercalé risas con llantos, decepciones con cabreos y, por supuesto, chapuzones con baños de sol tumbada sobre la arena. Precisamente estando en el agua me sorprendí con la llegada de un nuevo todoterreno a la playa. Era un coche que me parecía haber visto aparcado en el camping. Me quedé mirando al conductor, esperando que se detuviera o que se bajara y, por fin, reconocí a la chica de la recepción. Respiré aliviada.