1. Imaginación


    Fecha: 30/11/2017, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    "Imaginación"
    
    (relato de David inspirado en las fotos y relatos de Piru)
    
    Imagínate Piru que te abrazo desde atrás y sientes mi respiración en tu cuello, te beso la nuca y esas mejillas que tanto me gustan, mordisqueo el borde de tus orejas, paso la lengua por tu cuello hasta tus hombros mientras que con las manos empiezo a tocar tus senos por debajo de la blusa. No tienes brassier. Te doy la vuelta y te la levanto. Tus ricos senos quedan al descubierto, les unto un poco de Amaretto frotando tus pezones entre mis dedos y te los chupo hasta que quedan limpios. Repito la operación varias veces, lamiendo cada vez con más fuerza y con lengüetazos más rápidos hasta que te veo tener un orgasmo, la práctica hace al maestro.
    
    Cuando termino de lamerte los senos te tomo de la mano y te llevo a la cama, te desvisto y te acuestas boca abajo. Empiezo a besarte la espalda suavemente, apenas rozándote la piel, haciéndote sentir escalofríos, mientras hago lo mismo con mis manos sobre tus muslos. Sigo bajando por tu espalda y paso por tus nalgas hasta llegar a la parte de atrás de tus rodillas. Ahí empiezo a lamerte pierna arriba por los muslos, ligeramente dulces como siempre, hasta llegar a tus nalgas. Me alejo un poco hacia los lados, siguiendo la curva de tus caderas y regreso al centro justo donde comienzan tus nalgas, empiezo a bajar por entre ellas mientras tu levantas las caderas para facilitarme el trabajo, encuentro tu año y doy vueltas alrededor de él con mi lengua, poco a ...
    ... poco tratando de introducir mi lengua en él pero tú no puedes quedar quieta, no es fácil, entonces bajo un poco más y saboreo los exquisitos jugos que brotan de tu húmeda vagina.
    
    Te doy la vuelta para poder lamerte con más comodidad. Tus piernas se abren para mostrarme esa deliciosa entrada rosadita, levanto tus piernas dirigiendo tus rodillas hacia fuera y arriba en dirección a tus hombros. Me fascina verte así, abierta, toda una invitación a entrar en ti y siento una especie de golpe de corriente en la punta del pene, pero mi boca hambrienta tiene prioridad ahora. Me acerco y empiezo a lamerte los labios y a chupar ese botoncito de clítoris que tienes, tratando de sacarlo de su escondite. Empujo tus piernas un poco más para poder lamerte desde el ano hasta tu clítoris en una sola pasada, una y otra vez, recogiendo cada gota de néctar que fluye de tu vagina ¡qué manjar! Veo cómo gozas, orgasmo tras orgasmo, me encanta ver cómo te estremeces y luego quedas tensa por un momento sintiendo el éxtasis, para luego iniciar el ciclo otra vez. Decido ayudarte a sentir más, colocando mi dedo medio sobre tu ano, el cual cede con facilidad y acaricio ese borde musculoso sintiendo tu calor interno mientras sigo lamiendo tu vagina tratando de hundir cada más la lengua en ella. Tú simplemente ya no sabes si es de día o de noche, ni siquiera sabes dónde estás, nada importa, solo el placer.
    
    Estás descansando en la cama acostada ligeramente de medio lado después de tanto placer cuando ...
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