1. Mi esposa se libera


    Fecha: 29/11/2017, Categorías: Sexo en Grupo Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... desorbitados, no podía creer lo que estaba viendo: por un lado a Isabel con Gregorio con su bastón enhiesto en la boca de Isabel y Ramiro intentando penetrarla, y por otro al barman con Elisa y Verónica, en una batalla de gritos de placer y deseos de gozo sexual en su máxima expresión. Pudo verse en sus manos con un condón luminoso y un vibrador descomunal
    
    Isabel, se sacó de su boca el tremendo pene de Gregorio y lo llevó con ambas manos al centro de su vagina, y exclamó ansiosa: empuja con fuerza. Gregorio, inexperto aún en las lides del sexo, intentó penetrarla sin lograrlo, por su enorme tamaño en largo y diámetro.
    
    Su cabeza enhiesta tocaba las paredes laterales, y aún quedaba fuera parte de ella. Empujaba con fuerza, pero no podía penetrarla. Ramiro, caliente al máximo, metía sus dedos en el hoyo del ano, y su lengua recorría los glúteos y nalgas, eran dos los dedos que estaban escudriñando y preparando el pequeño lugar sagrado.
    
    Las sensaciones que estaba viviendo Isabel eran lujuriosas y lascivas, deseaba ser traspasada por ambos lados con espadas de carne y hueso. Sus hoyos, querían ser llenados, y ya estaba desesperada. Tomó entonces la verga de Gregorio, abrió sus piernas al máximo, se sentó en el borde de un sofá y le gritó a Gregorio: empuja, empuja, mientras ponía la cabeza en el lugar preciso para ser llenada.
    
    Un grito de alegría de Isabel, reflejó el éxito de Gregorio, quien tenía metida la mitad de su inmenso miembro. Los quejidos de Isabel, eran ...
    ... mezcla de placer y delicia, sus movimientos incitaban a Gregorio a que se esforzara para que la metiera entera, ella sabía que aún podía resistir más. Gregorio con toda su fuerza empujó, hasta llegar al fondo del conducto del placer sexual. El quejido de Gregorio fue mezcla de placer, pero también de dolor.
    
    Éste tuvo de pronto un despertar sexual: tomó a Isabel desde las nalgas, ayudado por Ramiro, y en pié empezó a bombear con movimientos pendulares y circulares. Isabel, ya no podía más de deleite y satisfacción, pedía más, aún cuando para ella esto era algo nuevo en la realidad, no así en su imaginación.
    
    Gritaba: dale, dale, con fuerza, muévete. Ramiro al ver a Isabel en ancas de Gregorio, miró el culo parado, que se movía rápidamente. Preparó su herramienta sexual, y la acercó al hoyo pequeño, ansioso de ser llenado. Cuando la punta tocó a Isabel, ésta giro su cabeza y besó a Ramiro, dándole con ello autorización para penetrarla.
    
    Al unísono, Gregorio y Ramiro, se prepararon para llenar a Isabel, en todas partes. Detuvo entonces Gregorio su cabalgata, manteniendo quieto, pero dentro totalmente, su miembro viril. Ramiro comenzó a penetrar el pequeño orificio, ya expandido por dos de sus dedos y preparado para ser invadido. Mientras iba entrando lentamente, Gregorio iba sacándolo, sintiendo en la cabeza de su miembro, cómo iba siendo conquistado el ano de Isabel. Cuando estuvo dentro totalmente, Gregorio hizo lo mismo, y un orgasmo explosivo tuvo Isabel.
    
    Continuaron ...
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