1. La perra de E.


    Fecha: 10/04/2020, Categorías: Confesiones Tus Relatos Autor: Lola86, Fuente: drugsounds.ru

    Con mi pareja nos mudamos desde Europa a su país en Latinoamerica. De la nada creamos una empresa y las cosas nos iban súper bien, teniamos plata, casa, coches, vacaciones, todo. Hasta que los negocios empezaron a andar de mal en peor y quebramos, nos quedamos sin nada. Nos ayudó E. cuñado de mi esposo, nos ofreció un departamento, de varios que tenía y también le conseguí, en su empresa, una pega de camionero a mi marido. Lentamente estabamos levantandonos de nuevo. Mi marido estaba afuera por largos ratos, a veces semanas, viajando arriba del camión y yo me quedaba solita en la casa. E. empezó a visitarme, en principio de vez en cuando preguntando como estaba y si necesitaba algo y después más seguido quedandose por un cafecito y para platicar un rato. Un día de verano estaba en la cocina preparandole su café, cuando de repente me agarra por la cintura besandome y lamendome mi cuello sudado. "Me tienes loco", me susurró al oido. "Que te pasa ¿acaso estás enfermo de la cabeza?" le grité rechazandolo. Me agarró fuerte por el pelo y me dijo "Mira perrita las cosas están así. O haces todo lo que yo te diga o te hecho de esta casa y despido a tu maridito. Y lo voy a hacer ya. Tú elijes" Me quedé sin palabras, no sabía que hacer, mi corazón latía a mil. E. se me acercò otra vez y empezò a manosearme toda. No opuse resistencia, había elijido mi rumbo. Nos trasladamos en el living, se sentó en el sillón, "desnudate, ya tú sabes lo que tienes que hacer" me dijo. Me desnudé, me ...
    ... arrodllé delante él, desabroché su pantalones y saqué su verga dura, la tenía mucho más grande que mi marido, casi no cabía en mi boca. Empezé a chuparsela lentamente, al principio la puntita y después más hondo. "Así perrita así" al parecer lo estaba haciendo rico. Logré hacerlo gemir, me puso su mano encima la cabeza guiandome al compás de su respiro cada vez más jadeante. Trataba de hacerlo más bien posible, quería que todo se acabara pronto. E. no quería rendirse a mi lengua y a mi boca, seguía disfrutando de mi, de realizar, me confesó después, su fetiche: cogerse a una europea y convertirla en su esclava sexual. Salieron las primeras gotitas, señal que estaba llegando al climax, su erección espantosa llenaba toda mi boca. Me agarró el pelo empujandome más fuerte cada vez más hasta que su semen empezó a brotar de su verga tensa. Una leche tibia invadió mi boca, mi garganta, mi nariz, mi cara, un manantial que no paraba nunca. Tuve que tragarme todo limpiando y saboreando cada gota. "Muy bien perrita muy bjen" "Desde hoy eres mi putita y te voy a coger cada vez que se me da la gana" "Veo que tú también lo disfrutaste" dijo mientras pasaba su mano en mi entrepiernas jugosas. Y sí me había gustado,  y mucho, que E. me haya hizo su mujer. Desde ese día me convertí en la puta, mejor dicho, la perrita de E. Tuve que depilarme la vagina, a él le gusta así.  Espero sus visitas, en realidad todos los días, bien arregladita, mojadita, y sin calzones, de vez en cuando tengo que ...
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