Confusa y ¿necesitada?
Fecha: 24/11/2017,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Tothem, Fuente: CuentoRelatos
... noches – dijo él
—Bu…buenas
—Sorprendida…no te preocupes, solo quería invitarte a tomar algo, te veo aburrida y sola.
—Yo…no…perdón, claro, que tonta soy, estaba despistada.
—Qué, de vacaciones…
—Sí…pasaba unos días…aca…tu también.
—Jajaja, no, aunque quizá lo diga por el color de piel
—Hablas…mu…muy bien el español.
—Llevo aquí ya bastantes años
—Ah…perdo…perdón.
—Para nada mujer, bueno me llamo Macario.
—Carmen, mucho gusto.
—Igualmente, pero bueno, tomas algo, yo un mojito, me encantan.
—Lo mismo para mi.
—La verdad es que he venido del país donde nací, precisamente, que es Republica dominicana.
—Mu…muy bien, y qué tal por aquí.
—Bueno currando, sino no hay pasta, jajaja
Sonido de móvil ( wasap) lo coge nerviosamente: “Buenas noches mama”
—Perdón… es qué…
—No no pasa nada, yo también siempre estoy liado, mira me he comprado el nuevo Iphone, es la ostia.
—Ya…yo no entiendo de móviles.
—Aquí están los mojitos, toma…salud, que bueno está, yo siempre lo tomo.
—Los jóvenes sabéis lo bueno, estáis al día.
—Ni que fuera una anciana, qué tiene 35, 36 -risa fingida por parte de ella.
Al levantar el vaso, con el nerviosismo a ella se le cayo el móvil, Macario se agacho y pudo observar unos muslos aún prietos, bajo más la vista y vio un clítoris en su esplendor, depilado, con los labios salidos. El olfato le decía que está noche triunfaría.
—Gracias…gra…soy tan torpe -visiblemente algo aturdida.
—Entra ...
... bien la bebida, veo que te gusta.
—Jiji…sí…la verdad es que no está mal.
—Vienes sola, tu familia, no tienes nadie.
—Yo…sí…no…sabes…es que…tengo
—Nada, nada, tranquila, no quiero indagar, cambio de tema, mira de dominicana me he traído buena marihuana, sabes; te gusta la marihuana.
—Deje de fumar hace años, pero…no…quiz….
—Venga mujer, que no pasa nada por fumar unos canutos.
—Bue…bueno…dame.
—Los tengo en mi apartamento, podemos ir allí, además aquí en medio de la gente, no me gusta fumetear.
—Val…vale, pero…
—Hecho, tranquila, voy a pagar y vamos para allá, y no te preocupes, solo es cruzar la calle.
Se levanta dirigiéndose a la barra, su faz es de ganador, el amigo lo ve, lleva la sonrisa en la cara.
—Qué te debo de los mojitos.
—Cabronazo, ya la has levantado, que cabrón, eres un puto crack.
—Jijiji, algo trastornada y rara la tía, pero creo que me la voy a poder cepillar.
Salen juntos, ella algo aletargada, pero decidida; se ha cumplido el pronóstico, ahora viene el devenir. Suben las escaleras, el sitio es bastante modesto. Abré la puerta.
—Pasa Carmen, como si fuera tu casa.
Era una apartamento minúsculo, con una salita con cocina y dormitorio, en el medio un sofá a topos de piel de leopardo, la luz era roja, en las paredes colgaban posters de motos, coches y chicas desnudas, olía a tabaco y a sexo, era el típico picadero. La puerta del dormitorio estaba abierta, se veía la cama sin hacer, encima de la cómoda se divisaban ...