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Pili, la rubia
Fecha: 17/12/2019, Categorías: Fantasías Eróticas Tus Relatos Autor: Narciso Bello, Fuente: Relatos-Eroticos-Club-X
PILI, LA RUBIA Tenía entonces unos 42 años. En un trabajo. Había una rubia muy atractiva, no muy alta y de un cuerpo con curvas que se ponía a mirarme todo el tiempo medio escondida. Parecía enamorada de mí. A mí me gustaba mucho. La labor de Pili era ayudarnos. Un día la llamé y le dije algo fuera del contexto del trabajo. Ella me ignoró. Desde ese día ya no me atreví a decirle nada. Ella no tendría más allá de 22 años. Lo que pasa es que cuando eres muy guapo y las mujeres te miran, te vuelves adicto a ellas. Y haces cosas disparatadas. Un día fuimos a una sala donde nos tenían que comentar algo del trabajo. Y la encargada de hacerlo era Pili. Realmente no hicimos nada más que perder el tiempo. Se hablaba de tonterías y de cosas como que había un chaval en el autobús que mostraba sus partes delante de las chicas. Aproveché un momento en que íbamos andando por un pasillo y le dije: - Te doy 500 euros si te lo haces conmigo. Ella sin dejar de andar y sin mirarme contesto: -Sí Así sin más. Desde luego que no estaba en mis cabales. Fuimos a mi casa. -Me ...
... desnudo, pero no me toques-me dijo. Nos desnudamos. Tenía unos pechos abultados y un muy buen cuerpo. Era un poco baja. - Sólo me la metes, nada de besos, ni caricias, ni lengüetazos- me decía. Se tumbó sobre la cama y en esa posición apoyé los brazos a los lados y me la follé. Ella al principio hacía como que era indiferente, pero a los cinco minutos de sexo me di cuenta de que estaba cachonda perdida. Lo intentaba disimular, pero no podía. Le besé en la cara y lamí sus pechos. Ella jadeo y soltó lo que llevaba dentro. Jadeamos los dos llenos de pasión. Me puse a comerme el coño y ella mi polla. -Si por favor, cómeme toda-me dijo -Es que eres una puta-le dije. Me la folle sentada dándome la espalda y agarraba sus grandes senos. Y le masturbaba el clítoris. Ella gritaba de placer. Luego me la follé dándole por detrás. - No te corras dentro-me dijo. Al decir eso ya no podía aguantar más. Y eyacule sobre su cara llenando su belleza de esperma. Se fue a duchar y me dijo: -Págame. Y lo hice. Así perdí 500 euros. Y ella que presumía de fidelidad a su marido.
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