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Mi abuelo fue mi primer hombre
Fecha: 18/11/2017, Categorías: Lesbianas Autor: Johnny2009, Fuente: CuentoRelatos
... había sentido un orgasmo El sonrió pasivamente y comenzó a contarme que había sacado a la abuela Marta de un letargo similar, acostumbrándola a su modo la transformo en una mujer bien atendida y que sus años se basaron en un amor incondicional con mucho sexo, tanto normal, como oral o anal y siempre agregándole condimentos sorpresas como una buena preparación previa. Mi curiosidad era demasiada y como así también mi excitación, me sentía mojada y un poco envidiosa por esa mujer que lo había logrado todo en la vida y el abuelo me hacía sentir un cosquilleo en todo el cuerpo que mi imaginación volaba muy alto por la manera que me lo contaba. Minutos después le pedí que volviéramos a casa, él me había excitado demasiado y cuando llegamos corrí al baño, me toque la vagina y la tenía toda mojada, en ese momento tuve que masturbarme para liberar toda esa tensión que había acumulado Al día siguiente no tenía clases así que después que se marcharon mis padres me levante con la intención de asear un poco la casa, cuando llego a la cocina me encuentro con el abuelo que recién había salido de la ducha y se estaba preparando unos mates, él aún estaba con su bata y yo como pensé que aun estaría en su cuarto andaba descalza con una pequeña camiseta muy corta que dejaba ver la parte de abajo de mis pechos y una pequeña bombachita roja. Recuerdo hoy que le di un beso y el me miro completamente y sin meditar me dijo —Nena que hermosa estas!!! Yo sonreí y me acerque de nuevo ...
... para darle otro beso pero él me tomo de la cintura y acaricio mis caderas, diciendo Ja! Mira si tuviera unos años menos que novio tendrías— yo me excite inmediatamente recordando sus palabras del día anterior y pensé...( que tendría de malo satisfacer a un hombre solo?). Mientras el me sostenía de la cintura yo levante mi corta camiseta y le mostré mis pezones duros a lo que inmediatamente comenzó a besar y mordisquearlos de una manera tan suave que empecé a enloquecer, cuando me di cuenta ya sus enormes manos estaban agarrando una mi pecho y la otra mi muslo derecho y su lengua venia hacia mi boca para devorarme como una bestia feroz. Con todas sus fuerzas que aún eran muchas me puso sobre la mesa y levantándome las piernas comenzó a succionar mi clítoris y toda mi vagina, yo solo gritaba y gritaba de placer extremo y los chorros de grandes orgasmos salían de mi vagina como si fuera una fuente de la plaza. Sus pocos pelos eran suficiente para agarrarlos con fuerzas y hundir su cabeza dentro de mi vulva que no paraba de hacer espasmos y orgasmos múltiples antes nunca conocidos. Después de este placer me pidió que me diera vuelta y abriéndome las nalgas con fuerzas comenzó a lamer mi ano hasta llegar a dilatarlo con su lengua que entraba y salía dura como un pequeño pene. Yo no sabía dónde estaba y hasta parecía estar en trance y solo obedecía a todo lo que me pedía, luego se retiró de mí y mientras yo permanecía apoyada en la mesa con las piernas abiertas, él fue hasta la ...