... respondí: "Vete tranquila tía...estaré bien...no te preocupes". Luego de este diálogo breve, mi tía se metió al cuarto de baño y sentí el ruido del agua de la ducha. Me tenté y miré por el ojo de la cerradura de la puerta del baño. Vi a mi tía completamente desnuda, mientras se bañaba y se pasaba el jabón por sus tetas, su coñito y su cola. Mientras la espiaba con la boca abierta, se me puso dura y se me paró la polla. Tuve ganas terribles de hacerme una paja en ese momento, pero me retiré del lugar, por miedo de que mi tía se diera cuenta. El corazón me latía rápidamente...estaba muy caliente; así que me senté en el living a mirar televisión. Al rato apareció mi tía...estaba impactante...un vestido cortito, pegado al cuerpo, perfectamente maquillada, sandalias altas y un perfume exquisito que impregnaba toda la casa; se despidió, me dio un beso en la mejilla y se fue. Quedé solo y caliente...la pija estaba durísima...no podía dejar de pensar en mi tía y comencé a fantasear imaginando que tenía sexo con ella...con estos pensamientos calientes se humedeció mi bóxer. Me puse a ver una película porno, para hacerme una paja y sacarme la calentura. Sin embargo, no podía dejar de pensar en Cecilia. Subí a mi cuarto y al pasar por el cuarto de mi tía...se me ocurrió algo...La puerta estaba sin llave, entré en la habitación de ella...me acosté en su cama...comencé a olfatear el perfume que me había puesto a mil...luego me dirigí al vestidor...abrí una puerta, un cajón...encontré ...
... toda la lencería de mi tía...mi polla creció más todavía...estaba por explotar...y entonces...a un costado, dentro de un cesto...estaba la braguita que se había sacado para ducharse. Era la braga que había usado durante el día. La tomé entre mis manos temblorosas y me la llevé a la nariz...comencé a olerla. Estaba húmeda...se percibía el olor a coño de mi tía...yo ya estaba super caliente. Me desnudé...me acosté sobre la cama de Cecilia y mientras olía su braga me hice una paja hasta que me corrí. Después de esto, de descargar, me dormí allí mismo. Al cabo de un rato me desperté...me preocupé porque no sabía si había vuelto mi tía o no. Pensé que quizás me había pillado. Largué un insulto al aire y salí del cuarto y luego de echar una mirada, vi que no había regresado. Suspiré aliviado, y decidí regresar al cuarto...seguía caliente...y tenía ganas de otra paja. Me desnudé nuevamente, y empecé a masturbarme nuevamente, oliendo la braga. Cuando estaba por llegar a eyacular, entró imprevistamente mi tía a su cuarto. No la escuché llegar. Me vio desnudo, oliendo su braga...exclamó asombrada:"¡¡¡Eduardo!!! ¿¿Qué haces???". Yo me cubrí como pude mis partes íntimas y sólo atiné a decirle, muerto de vergüenza y miedo: "¡¡Perdón tía...perdón!!!", mientras unas lágrimas se asomaban a mis ojos. Cecilia, me miró con dulzura...se acercó y me calmó diciéndome: "¡¡Tranquilo Eduardo!! ¡¡No pasa nada!! Te entiendo perfectamente...no te reprenderé y no diré a nadie, nada de esto...será nuestro ...