Fecha: 16/06/2017,
Categorías:
Hardcore,
Sexo con MadurasVoyerismo
Autor: Anitaslut44, Fuente: xHamster
... porque no podía más. Estaba a punto de acabar y no quería, quería seguir cogiéndola y escuchando todos los detalles. La acosté boca arriba abriéndole las piernas y volví a chuparle la concha, acariciándole el clítoris con mi lengua, mientras ella gemía y seguía contándome todo.“El primo de mi primo me cogía como un potro salvaje, con furia, con pasión, tratándome como la puta que soy. Y me morí cuando sentí su dedo entrando en mi cola bien estrecha. Sabe que eso me vuelve loca. Me abrió bien el culo con sus dedos y cuando ya estaba sintiendo la punta de su pija entrando le pedí por favor, como regalo de aniversario, que se sacara el forro y me cogiera bien duro".Me estaba volviendo loco de calentura. Saber que el primo de su primo le había llenado la cola de leche me excitaba todos los sentidos. La puse boca abajo con su cabeza fuera del borde de la cama y la penetré de golpe, haciéndole sentir toda mi energía.Ana gemía de placer y jadeaba, pidiéndome que lo hiciera más despacio, mientras continuaba relatando, pero mordiéndose los labios para no gritar de placer. No sé si por la cogida que le estaba pegando yo o por el recuerdo de la noche anterior...“Ayy amor, ni te imaginas qué rico sentir a Javier haciéndome la cola sin forro…Y él estaba desenfrenado, me decía todo el tiempo que no lo podía creer que yo fuera tan puta, su puta. Y yo le gritaba y le pedía que me cogiera con más ganas, que me ...
... rompiera el culo, recordándole que éramos primos, para volarle la cabeza del morbo".No podía más, sabía que iba a acabar en cualquier momento.“Y ahí entonces sentí cómo la pija de mi primo se ponía más gruesa y el fuego de sus tremendos chorros de leche llenándome la cola bien abierta y rota... Yo mordía la almohada porque ya no podía gritar más... Él seguía y seguía, tratando de no dejar ni una gota de leche en su pija... Quería dejarla toda en mi cola.No quería acabar todavía, quería seguir cogiendo a Anita y escucharla. Le saqué mi verga y la volteé boca arriba. Pero entonces mi dulce mujercita me empujó y quedó encima de mi cuerpo, agitada, respirando con esfuerzo…Ella estaba inmóvil, con la punta de mi pija a un par de centímetros de su conchita abierta y caliente. Nos quedamos así unos segundos, mientras yo trataba de calmarme, cuando ella acercó su cara a la mía y me susurró al oído:“Y además, mi amor, sabés en dónde me llenó la cola de leche mi primo anoche? En este mismo hotel, en esta misma habitación, en esta misma cama..."Allí sentí mi verga explotar, convirtiéndose en un geiser de leche que cubrió toda la conchita bien cogida de mi adorable Anita. Nos quedamos los dos en la cama, boca arriba, mientras mi leche se deslizaba por sus bellas piernas y la cola.Después de unos minutos de estar abrazados mirando el techo, me preguntó: "Te gustó, amor?". "Feliz aniversario", pude apenas contestarle.