Pilar, Mi Madrina - Relatos Eróticos

Pilar, Mi Madrina

... la llevó a su polla, empezando un movimiento de paja.– Sigue así, Pilar.Mientras Javi empezó a desabrocharle la chaqueta, apareció un sujetador negro que apenas podía contener sus tetas.– Vaya, con lo que a mí me gusta la ropa interior negra, gracias madrina, dijo Javi, sigue con la paja, por favor.Javi sacó las tetas del sujetador estaban más caídas que antes, pero eran ideales, a Javi le encantaban y comenzó a chuparle los pezones, Pilar seguía meneándosela hasta que se corrió y le llenó toda la falda de semen, Javi soltó las tetas y se cogió la polla, se la restregó por la falda a Pilar para limpiarla.– Como ves, madrina te sigo manchando las faldas con mi leche.– Si, Javi, eres un guarro.– Y tu una puta, madrina y tu una puta, venga vámonos al cuarto de estar.La cogió de la mano y se dirigieron a la habitación contigua, allí fue donde Javi vio la primera cubana de su vida y allí es donde quería hacérsela.Antes de sentarla en el sofá le metió las manos por debajo de la falda y le bajó las bragas, negras también.– Esto es por si quieres tocarte mientras me pajeo en tus tetas, yo no pienso hacerlo.Pilar se sentó en el sofá con la falda remangada y las piernas abiertas.Javi se bajó los pantalones y los calzoncillos, agarró su polla y la puso entre las tetas de su ...

... madrina, agarró estás y apretó fuerte contra su miembro.Pilar, mientras tanto al notar las manos y la polla de su ahijado en las tetas empezó a sentir convulsiones en su coño, hacia mucho tiempo que ningún hombre la tocaba, empezó a acariciarse la rajita hasta que no pudo más y se metió un par de dedos en el coño empezando a masturbarse. Comenzó a pensar en lo sucedido cuarenta años antes y casi se corrió de inmediato, fue una corrida inmensa, llegó a manchar la tapicería del sofá.Mientras tanto Javi seguía con su polla entre las tetas de Pilar, era increíble, quería que durará, sus movimientos eran lentos, notó como su madrina se corría, ya sabía él que no podría estarse quieta y se iba a correr, siempre había pensado que era una puta reprimida.Javi seguía y seguía arriba y abajo entre las tetas de Pilar, pensando también en como había empezado todo con un simple sujetador y una falda y como había acabado, follando sus tetas, ahora sí, se iba a correr, cogió su polla y dirigió el chorro a las tetas, una buena corrida, se levantó y empezó a vestirse.Antes de abrir la puerta para marcharse miró a su madrina espatarrada en el sofá, extendiéndose la lefa por las tetas.– Gracias, Javi, la oyó murmurar antes de salir de su casa.© javivallecas ()